La muralla medieval de la calle paraíso, pendiente de un plan especial para recuperar su esplendor, tomó ayer especial protagonismo con una actividad incluida en el programa de la Noche Blanca que, a base de proyecciones de luz e imágenes la dotaron de vida al poco de caer la noche. El proyecto Muralla Viva coordinado por el colectivo "Children of Darklight" consistió en una actividad participativa en la que los ciudadanos que pasaron por la zona, además de disfrutar de una construcción iluminada pudieron divertirse pintando con luz sus altas paredes.