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Los monolitos franquistas de la Gesta, salvados al no ser propiedad municipal

El servicio de Patrimonio del Principado recomienda que no se quite una de las placas del Ayuntamiento para no dañar el edificio consistorial

La placa del Ayuntamiento. LNE

La aplicación de la ley de la Memoria histórica en la ciudad sigue encontrando nuevos obstáculos. Tras los cambios en el callejero (con varios recursos en los tribunales) el equipo de Gobierno trata ahora de aplicar el acuerdo sobre la eliminación de la simbología franquista que todavía se puede encontrar en algunos puntos de la ciudad. Y aunque el símbolo más significativo, un medallón con la cara del dictador en la plaza de España, ya fue retirado en 2015, todavía con el PP en el gobierno local pero por mandato de los tribunales gracias a un recurso de PSOE e IU, otro de los iconos franquistas más destacados de la ciudad, los monolitos de la Plaza del Fresno (antes plaza de la Gesta) no podrán ser retirados por el Ayuntamiento porque no son suyos.

Así ha sido informado el servicio de Gestión de Patrimonio del Ayuntamiento de Oviedo, que también ha recibido la confirmación de Patrimonio del Principado. Una vez identificados los elementos que el Ayuntamiento quería retirar, el área que coordina la concejala Cristina Pontón había enviado ahora el informe al servicio regional para obtener luz verde a la retirada de los elementos: los citados monolitos de la plaza del Fresno, la placa dedicada a Franco que figura en el exterior del Ayuntamiento, la dedicada a los funcionarios caídos que está en el interior del edificio consistorial y el monumento "a los caídos por Dios y por España" que se encuentra frente a la iglesia de Olloniego.

El gobierno local había anunciado que estudiaría si alguno de estos elementos tenía algún tipo de protección para proceder, después, a su retirada. Y el Principado ha puesto ahora pegas a la placa que en el exterior del edificio consistorial da fe de que en 1943 "siendo caudillo y generalísimo de los ejércitos Francisco Franco se reconstruyeron estas casas".

Según explica Cristina Pontón, el Principado ha detallado que la forma en que la lápida está colocada en la fachada del edificio del Ayuntamiento podría dañar el edificio, con cierto grado de protección, al ser retirada y la misma pieza podría dañarse al tratar de retirarla de la pared. Por ello, analizada la inscripción, donde no se hace referencia expresa a la sublevación, el Principado concluye que sería mayor el daño causado al patrimonio municipal que la presencia de esa placa en el edificio, por lo que considera que debería conservarse en su sitio.

Al margen de los monolitos, por el problema de la titularidad, y el de esta placa del Ayuntamiento, el Principado sí informa favorablemente de la retirada de la otra placa y, en especial, del monumento "a los caídos por Dios y por España" frente a la iglesia de Olloniego.

Cristina Pontón también explicó que la retirada de los elementos lleva acompañada la exigencia al Ayuntamiento de conservarlos y custodiarlos, por lo que los elementos del espacio urbano del municipio afectados por la aplicación de la ley de la Memoria histórica pasarán ahora a un almacén municipal. Ese fue, también, el destino del otro elemento retirado con un mandato del PP, la estatua dedicada al coronel Teijeiro en la calle que llevaba su nombre, hoy calle Samuel Sánchez. La estatua del soldado con espadón se retiró con el pretexto de una reforma de la plaza y el PP lo dejó para siempre en un almacén municipal.

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