Los distintos colectivos que forman parte de la Asociación de Inmigrantes de Integración Multicultural en Asturias (Faimas) celebraron ayer el Día de la Hispanidad. Una tradición que se remonta a veintidós años atrás y que en esta edición reunió a más participantes que en años anteriores.

Los integrantes de todos los colectivos de inmigrantes participaron en una eucaristía que se celebró en la iglesia parroquial del Corazón de María. En el altar mayor del templo parroquial estaban presentes todas las banderas de los países participantes en este evento. Después, todos los asistentes realizaron una ofrenda floral en el monolito situado en la plaza de América, frente a la iglesia, con participación de un representante de cada país.

Tras la ofrenda floral, a la que asistió la directora general de Emigración, Begoña Serrano, y la concejala de Atención a las Personas e Igualdad, Marisa Ponga, los participantes, vestidos con los trajes típicos de sus respectivos países, desfilaron hasta la plaza del Fresno, donde ofrecieron una muestra de su folclore, a la que asistieron numerosas personas. En todo el recorrido estuvieron acompañados por el grupo folclórico asturiano "Los Xunos" de San Claudio, que fueron los encargados de abrir las actuaciones en la plaza del Fresno.

Una edición, la de ayer, que posiblemente marcará un antes y un después en esta celebración, según adelantó Begoña Serrano, que durante la muestra folclórica que se celebró junto a la iglesia de San Francisco de Asís adelantó que, Principado, Ayuntamiento y el colectivo de Faimas han comenzado a trabajar conjuntamente "para dar una mayor dimensión a esta importante cita anual de la inmigración, porque consideramos que lo merecen, por lo mucho que aportan a nuestra sociedad".

Y en medio de las banderas de todos los países hispanoamericanos con presencia en Oviedo llamaban la atención las máscaras huma, de Ecuador, que representan el bien y el mal. Estaban encabezadas por Yovani Auqui, que ayer estaba muy orgulloso de representar esta tradición ancestral de su país, muy arraigada en las zonas ecuatorianas más altas.

"Para mí es un gran honor estar un año más en este acto de una ciudad que nos acogió como hermanos, lo que agradecemos de verdad en el corazón", comentó a este periódico Yovani Auqui poco antes de iniciarse el vistoso y llamativo desfile, en el que los representantes de todos los países estaban ataviados con sus trajes típicos.

José Luis García, presidente de la Asociación de Peruanos Residentes en Asturias (Arpa), impulsor de esta iniciativa junto a la cónsul honoraria de México en Asturias, María del Carmen Vigil, fallecida hace tres años, no podía estar ayer más satisfecho de la participación, aunque lamentó que los muchos inmigrantes de los países hispanoamericanos que viven y trabajan en Asturias no se impliquen más.

"Ése es nuestro reto, porque podríamos convertir este día en la gran fiesta de la Hispanidad, pero la de los inmigrantes americanos en esta tierra con la que se sienten tan comprometidos como agradecidos por acogerlos. Sería darle la vuelta a esta celebración".

La concejala Marisa Ponga, que acompañó el desfile, agradeció la importante presencia del colectivo inmigrante en la ciudad, "que nos aporta su cultura y su trabajo, lo que repercute muy positivamente en toda la comunidad".

Después de la comida de hermandad en un restaurante del centro de la ciudad, con el pote asturiano como plato principal, se celebró en el teatro Pumarín la "Gala folclórica hispanoamericana", que fue todo un éxito tanto en el escenario como en la asistencia. Un buen colofón para un gran día de la Hispanidad.

"La pena es que no tengamos ayuda económica para darle mayor esplendor aún a esta cita anual , pero así y todo nos vamos arreglando como podemos", lamentó José Luis García.