"Llegué tarde a la consulta porque tuve que dejar el coche en el Rubín y venir caminando". Es el testimonio de Jesús Juanes, un ovetense convaleciente de una delicada operación de rodilla que esta mañana fue uno de los damnificados del llenazo registrado en los aparcamientos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que llegó a su máximo esplendor entre las diez y media y las doce de la mañana.

Los usuarios lamentan que estacionar en el entorno del centro sanitario sea "misión imposible", incluso pagando religiosamente unas cuotas que consideran "abusivas para ser un lugar público". Tanto los parking que dan servicio a Urgencias, Hospitalización y Consultas Externas, como el cinturón de aparcamientos de zona azul de los alrededores del hospital estuvieron totalmente saturados desde las diez y media de la mañana. Asimismo, el espacio reservado para paradas de cinco minutos frente a Hospitalización, era objeto de estancias que superaban en mucho el límite fijado. "No queda otra hay que hacerse el longuis", explicaba una usuaria.

Otros, mientras tanto, se resignan a aparcar en doble fila mientras su familiar o acompañante acude a su cita con los médicos. "Ya lo hacemos así por sistema porque si no nos sale por un ojo de la cara, siempre que tengamos suerte de encontrar donde aparcar", apuntó José Félix Suárez, que hoy acompañó a una cuñada después de que el mes pasado tuviese que esperar más de un cuarto de hora para acceder al parking de Hospitalización.

Entre las posibles soluciones, los usuarios demandan el acondicionamiento de más superficie para aparcar, así como mejorar las líneas de transporte público. Basan su reivindicación en la necesidad de reinvertir el dinero que se les cobra por aparcar en el recinto. Sin embargo, la consejería de Sanidad ya se mostró en varias ocasiones en contra de estas medidas. Consideran que una ampliación de los aparcamientos supondría un efecto llamada que dispararía el tráfico y empeoraría la calidad del aire en perjuicio de los hospitalizados.