Los radares fijos de Oviedo estarán operativos "antes de final de año", es decir, en menos de dos meses. Al menos esos son los plazos que se barajan desde el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, cuyos responsables se vieron obligados a apagar los sistemas que controlan los excesos de velocidad tras recibir varias sentencias judiciales que anulan las sanciones impuestas en la ciudad por este tipo de dispositivos. Los fallos, emitidos por distintos Juzgados de lo contencioso-administrativo, reflejan que el Consistorio no ha podido demostrar en ninguno de los casos que las cabinas en las que se coloca el cinemómetro -sólo hay uno que rota por las seis cajas repartidas por Oviedo- están correctamente homologadas, un requisito indispensable para garantizar que sus mediciones son fiables.
La Policía Local y los técnicos de la empresa adjudicataria del mantenimiento de la tecnología que utiliza el área de Seguridad Ciudadana están removiendo Roma con Santiago para tratar de lograr que los trámites necesarios para restablecer la normalidad se lleven a cabo cuanto antes. Aseguran que la batería de sentencias en contra de las sanciones de los radares les pilló "por sorpresa" y que siempre pensaron que tanto las cabinas como el aparato en si contaban con todas las certificaciones necesarias. De hecho, según consta en un documento al que ha tenido acceso este diario, el Centro Español de Metrología (CEM) -el organismo que supuestamente se habría encargado de validar las cabinas en el año 2012, cuando se instalaron- puso por escrito en febrero de este año que el Ayuntamiento no está obligado a solicitar la verificación de los soportes hasta el 2018 y que los sistemas son aptos para estar en servicio. "Nosotros nos pusimos en contacto con ellos en cuanto comenzaron a llegar las primeras sentencias y nos contestaron así. Se trata de un organismo dependiente del Ministerio de Industria y que supuestamente sabe lo que hace, con lo que teníamos el pleno convencimiento de que estábamos cubiertos", señalan fuentes del cuerpo municipal de Policía. Los jueces no lo interpretan así.
El próximo paso es conseguir que el Centro Español de Metrología emita los informes necesarios para arreglar este "desaguisado". No es la primera vez que el Ayuntamiento de Oviedo tiene un desacuerdo con el CEM. De hecho, la última validación anual del cinemómetro ya se hizo con otra empresa de Barcelona que también puede homologar este tipo de aparatos. "El CEM podía tardar meses en hacer la validación, por eso decidimos cambiar", señalan fuentes del área de Seguridad Ciudadana. Esos meses en los que la homologación estaba en el aire, ninguno de los radares de Oviedo ponía multa, al menos eso es lo que sostienen desde la Policía Local.
El enredo es tal que este mismo miércoles, según publicó en exclusiva este diario, el CEM aseguró que el radar de la Avenida de Santander no cumplía con la ley al no haber enviado Oviedo el cinemómetro para que se hicieran las pruebas del aparato en el laboratorio (El Consistorio alega que lo hizo en Barcelona). Ese dispositivo y otros dos de los seis que hay en Oviedo -que no pueden multar porque las calles en las que se encuentran han cambiado de nombre- llevan año y medio sin funcionar.
