El novedoso programa de normalización social a través del arte que la Fundación Vinjoy destina a personas con discapacidad psicosocial o problemas de salud mental atendió el pasado año de forma directa a 150 usuarios, la mayor parte de ellos alumnos de Primaria escolarizados en colegios ovetenses.

Este plan ofrece formación técnico-artística muy centrada en el desarrollo de la expresión y de la creatividad, así como apoyo psicosocial y educativo o formación en habilidades sociales. Según el director de la fundación, Adolfo Rivas, el centro de normalización está ofreciendo unos "magníficos resultados" a personas que "encuentran en el arte y la creatividad un camino terapéutico válido, que les ofrece una alternativa y esperanza".

En total, y según consta en la memoria de 2016 que acaba de hacer pública, la histórica Fundación Vinjoy atendió de manera directa e intensiva a través de sus programas sociales y formativos a un total de 1.450 personas. Según explica Adolfo Rivas, esta cifra ya se sitúa en el presente ejercicio en los 1.750 usuarios y pasará de los dos mil en 2018. Los resultados, apunta el director del organismo, prueban que "la intervención socioeducativa y el trabajo comunitario conducen al éxito", tanto en lo que concierne a los programas destinados a personas con enfermedades mentales, con sordera o menores y jóvenes en riesgo de exclusión social.

"Está claro que hay que actuar y no dejar que los problemas se cronifiquen", apunta Rivas, que también agradece la "enorme" labor del equipo profesional de la fundación.

La labor del centro de intervención socioeducativa para niños y jóvenes en situación de alto riesgo social, conflicto o graves problemas de conducta llega a un millar de chicos, fundamentalmente alumnos de Institutos de Educación Secundaria (IES) de la ciudad. En este caso, la intervención abarca el ámbito educativo, el formativo, el social y el comunitario.

La estructura de esta actuación incluye el denominado programa "trampolín", dedicado a graves trastornos del comportamiento y que, según el director de la fundación, ofrece unos resultados "asombrosos" ante una "realidad especialmente difícil" y puede considerarse "una experiencia de éxito socioeducativo". Además, el organismo también tiene en marcha el denominado programa "puente", centrado en el acompañamiento a adolescentes que presenten un riesgo alto de conflicto social.

Las familias

El centro de intervención socioeducativa de la fundación también trabajó el pasado año con 74 familias de chicos con problemas y con 79 profesores de los centros educativos a los que acuden habitualmente. Además, 64 jóvenes han tomado parte en programas municipales de ocio.

De la Fundación Vinjoy también depende el instituto de atención temprana de déficits auditivos infantiles, institución que está considerada como el gran referente nacional en este ámbito. En total, durante el año pasado se atendieron a cerca de medio millar de personas, 64 de ellos niños con consultas semanales, y 183 casos de seguimiento audioprotésico.

El servicio de interpretación de lengua de signos realizó el pasado año un total de 1.273 atenciones a 145 personas sordas y a 36 entidades, tanto públicas como privadas. Además, el pasado ejercicio se llevó a cabo el estudio "Aproximación a las necesidades comunicativas de las personas mayores en residencias del municipio de Oviedo", con pruebas audiológicas a 245 usuarios de estos centros.