Elevadores eléctricos con todo tipo de funcionalidades; un contenedor de basura inteligente o un sistema para recuperar desechos en alta mar, fueron algunos de los proyectos presentados en la Feria de los Descubrimientos. El novedoso certamen, que se celebró por primera vez en el marco de la Semana de la Ciencia de la Universidad de Oviedo, fue un homenaje a la divulgación científica, al que acudieron decenas de jóvenes de siete institutos y colegios de Asturias. Algunos tan jóvenes que aún carecen del vocabulario suficiente para explicar con soltura qué es su invento. Eso sí, les sobran palabras para definir su utilidad: "salvar el planeta", coincidían enfundados en sus batas blancas de investigador.
José Bermejo, de primero de Bachillerato de La Asunción de Gijón, era el portavoz en el stand de sus compañeros. Su propuesta, "Ciencia en casa", perseguía explicar principios científicos básicos como la densidad. Lo hacía con recipientes de agua con diferentes niveles de salinidad y huevos, pero lo contaba como si él mismo acabara de descubrir por qué unos se hundían y otros no. De lo más simple, a lo más complejo. Como los montacargas del Instituto Galileo Galilei de Navia. Unos complicados sistemas de circuitos de casi un metro de altura, concienzudamente diseñados para que "funcionen como uno de verdad", decía Carlos Garriga, uno de los promotores del ascensor.
La iniciativa ganadora va camino de convertirse en el contenedor "más inteligente de Asturias". Puede que en unos años, el camión de la basura no pase todas las noches, sino cuando el recipiente le avise de que está lleno. Si eso es así, será porque la idea de los alumnos de primero de Bachillerato del Jerónimo González ha saltado del patio de ese instituto langreano al resto del mundo. Su sistema destaca por ser tan simple como útil. Con sensores acoplados al contenedor, los alumnos recolectan datos de relativos a las costumbres de los usuarios. "Así se pueden estudiar patrones de reciclaje y, por tanto, saber cuándo es mejor que el camión pase a vaciarlo", detallaba Alejandro Lara, uno de los adolescentes autores de la idea. No es la primera vez que los estudiantes del Jerónimo González deslumbran. Ayer se hicieron con el premio del jurado al mejor proyecto, pero hace meses recibieron el galardón "Impulso TIC", del Principado. Su iniciativa llegó incluso a oídos de la Reina Letizia, que visitó a los inventores durante su estancia en Langreo, en junio.
El segundo lugar, decidido mediante votación popular, lo ocupó el Colegio Santo Domingo de Guzmán, de Oviedo. Utilizando el aerogel, una sustancia extraordinariamente porosa, y un artilugio, que en esencia es un colador, manifestaban que se "podía purgar el mar de residuos". Y eso, no es baladí. La Unión de Científicos Preocupados advirtió, hace dos días, que de persistir los agravios al medio ambiente, las consecuencias serán "irreversibles". Unas consecuencias a las que jóvenes como estos ya barajan cómo enfrentarse.
