"Actualmente se están ejecutando en el Instituto Alfonso II una serie de obras de urbanización y acondicionamiento de sus accesos y patios exteriores. Una de ellas, ya prácticamente rematada, ha supuesto la ampliación del muro que ya existía en las márgenes de la calle Calvo Sotelo. Evidentemente el muro, que ahora ha alcanzado unas proporciones mastodónticas, no puede resultar más antiestético e inadecuado. Parece como si no hubiese otras fórmulas arquitectónicas más airosas para proceder a esta clase de cierres. Se trata, en fin, de una falta de gusto, y de imaginación".