Un hombre se enfrenta a tres años y medio de cárcel por allanar una casa de Oviedo y tratar sin éxito de robar un ordenador portátil y un equipo de música. La dueña de la vivienda se encargó de frustrar la sustracción de los objetos tras pillarle in fraganti. Como último recurso para lograr sus fines, el varón le dijo a la mujer que mantenía secuestrada a su hija, pero el truco no coló y no le quedó más remedio que emprender su huida. Posteriormente, se averiguó que el acusado había accedido al piso tras sustraer las llaves y el DNI a la propia hija de la mujer en un bar de la calle San Antonio. Ayer tuvo lugar la vista del juicio, en la que el fiscal decidió rebajar la petición de la pena de cárcel de 51 a 42 meses, al considerar atenuante el hecho de que el presunto asaltante es drogadicto.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 21 de febrero de 2016. El investigado y su pareja abandonaron el bar Chevrolet poco antes de que una clienta alertara de que le habían robado el bolso. Poco después, el varón se plantó en la vivienda de la dueña del bolso siguiendo la dirección del DNI. Una vez allí, abrió la puerta con las llaves que encontró en el bolso y se dispuso a llevarse un equipo de música y un ordenador portátil, pero entonces apareció la madre de la dueña del bolso, con la que compartía vivienda. "Me dijo que era el novio de ella y como no le creí aseguró que la tenía secuestrada en Ventanielles, pero tampoco tragué", narró la mujer, que ayer testificó ante la juez.

La versión fue ratificada por la entonces pareja del acusado, a la que también se le imputaba un delito de hurto por el que finalmente aceptó una multa de 360 euros. Ella señaló que el hombre, natural de Vigo, le confesó al día siguiente el asalto a la vivienda. La defensa calificó la declaración de "interesada" y el imputado fue expulsado de la sala por tratar de hablar en la vista con la otra acusada. El juicio quedó visto para sentencia al no haber acuerdo y pedir el abogado defensor una condena de un año y nueve meses.