Todos los escenarios de crisis que plantea la anulación de toda la ordenanza del IBI de este año están previstos ya desde el área de Tesorería del Ayuntamiento de Oviedo y no pondrán en peligro nada: ni el presupuesto del año que viene, ni los bolsillos de los ciudadanos. Así, tranquilo y tajante, se mostró ayer el concejal de Economía, Rubén Rosón, que afirmó rotundo que "ningún vecino pagará un euro más".

Los motivos por los que los vecinos podrían tener que pagar más es porque al quedar anulada la ordenanza del IBI de este año, podría entrar en vigor la del año anterior. Y en aquella no se incluían las rebajas contenidas en esta que compensan el incremento de los valores catastrales y evitan que le suba el recibo a los vecinos. Pero como la sentencia ha llegado justo casi un día después de que finalizara el periodo de pago voluntario del IBI, el Ayuntamiento, razonó Rubén Rosón, no realizará el acto administrativo de anular todos los recibos cobrados y emitir unos nuevos conforme a la ordenanza del año pasado y que llevarían a recaudar unos 3 millones de euros más, casi lo mismo que los 3,3 millones que se dejarán de ingresar del IBI a los ricos.

Rosón asegura que desde la oficina de Tesorería ya se había contemplado este escenario y se había aportado esta solución. El Ayuntamiento no cobrará nuevos recibos porque el ciudadano se vería perjudicado, y, en ese caso, la administración haría dejación de sus funciones.

No será así para todos. Los 252 vecinos afectados por el IBI a los ricos sí tendrán un nuevo recibo en el que no verán un incremento hasta el tipo 1,1, el máximo previsto, tal y como disponía la ordenanza.

El problema es que todos esos vecinos ya han abonado ese incremento en la contribución, en algunos casos hasta del 70%, y todos esos afectados, más allá de que ahora se les pase un nuevo recibo, reclamarán la devolución del dinero, más los correspondientes intereses.

Desde otro punto de vista, dejar de cobrar los 3,3 millones extra que iba a suponer la contribución a los 252 "grandes propietarios", tampoco tendrá impacto, según Rosón en el presupuesto municipal. Y eso, explicó, porque el presupuesto de 2018 se hace según la liquidación de las cuentas del año anterior (2016) y porque, en todo caso, esos 3,3 millones menos desaparecerán del remanente de tesorería y serán, así, "un dinero menos que pagar a los bancos a la hora de amortizar deuda", explicó.

El Alcalde de Oviedo, Wenceslao López, evitó el tono relativamente optimista del concejal de Economía y se mostró, ayer, más cauto, una vez conocida la noticia. El socialista lamentó, con ironía, "las buenas noticias" que le traen a menudo los tribunales y esperó a conocer la sentencia para saber "el margen político" para aplicar o no un recargo extra a los ciudadanos de Oviedo ante una hipotética aplicación del impuesto con la ordenanza del año pasado.

Desde Izquierda Unida, su coordinador, Iván Álvarez, se sumó a la visión del Alcalde y pidió tiempo para analizar la situación y ser consciente de las implicaciones de la sentencia.