Un taller de investigación histórica organizado por el Ayuntamiento de Morcín ha permitido identificar ocho de los catorce topónimos incluidos en el documento del siglo XII en el que se cita al Monsacro como objeto de una donación del rey Fernando II a un tal Rodericus Sebastiániz. El beneficiario era monje en la zona, tras haber ostentado cargos de cierta relevancia en el entonces conocido como "territorio maliayo", que iba desde Gijón hasta la vecina Cantabria. Lo que no han podido determinar los participantes en esta investigación histórica es si el Rodericus del Monsacro es el Obispo Rodrigo que aparece en otros documentos inmediatamente posteriores. El análisis de las fuentes escritas y la existencia en el Monsacro del topónimo "la silla del Obispo" parecen apuntar a que se trata de la misma persona, pero todavía no se puede dar por seguro.

Los resultados de la investigación fueron presentados ayer en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) por Noelia Pereira, César Castañón y Natividad Torres, tres de las personas que participaron en esta actividad. La sesión supuso la clausura del ciclo "Monsacro, monte sagrado de Asturias", coordinado por Ramón Rodríguez Álvarez, director de la institución organizadora.

Como ocurrió en las anteriores jornadas del ciclo, el salón de actos del RIDEA presentó ayer un lleno total para asistir a la presentación de los resultados de la investigación y a la proyección del documental "La donación".

Las sesiones precedentes se centraron en la vertiente histórica y religiosa del monte. Además, dentro del programa, el pasado día 22 se procedió a la declaración de Agustín Hevia Ballina, archivero de la Catedral, como hijo adoptivo de Morcín. La Corporación municipal premió de esa manera el compromiso del sacerdote con la recuperación de las capillas del Monsacro.