"Fuimos mirando los pasillos a duras penas porque había muchísimo humo hasta que nos dimos cuenta de que había un incendio en un piso del tercero". El portero del número 25 de la calle González Besada y su padre apagaron ayer, hacia las doce la mañana, el fuego en el interior de un domicilio vacío con un extintor de emergencia. Después, llamaron a los bomberos, que tras acordonar la calle, ventilaron el inmueble y comprobaron que no había intoxicados, ni daños estructurales.

La operación terminó a eso de las 13.20 horas y generó alarma en el entorno por la presencia de dos camiones del Servicio de Extinción de Incendios y el corte temporal del tráfico. Fueron los propios vecinos los que avisaron al portero al notar humo denso y negro en las escaleras y los rellanos. "Cuando localizamos el piso del que salía el humo llamamos varias veces sin respuesta. Entonces, cogí las llaves de la casa".

El conserje y su padre accedieron al domicilio y vieron que las llamas salían del cuadro eléctrico. Sin dudarlo, el padre apuntó hacia allí el extintor. "La suerte quiso que no ocurriese una desgracia", explicó ayer el portero. Al parecer, una mujer que reside en la vivienda afectada se libró "por los pelos" del incendio porque en ese momento se ausentó de la vivienda.

Gas en la Argañosa

Los vecinos de un cuarto piso del 140 de la Argañosa se llevaron ayer un buen susto por un escape de gas provocado por una bombona de butano que estaba mal enchufada a una estufa. Los residentes llamaron a los bomberos de Oviedo a las 11.25 de la mañana al detectar un fuerte olor a gas sin saber precisar su procedencia, por lo que evitaron un fatal desenlace.

Los bomberos también sofocaron un incendio ayer, hacia las 14.15 horas, en uno de los transformadores del antiguo HUCA. Contuvieron el fuego hasta que los operarios de EDP cortaron la corriente eléctrica, lo que les permitió sofocarlo de forma total.