El belén navideño de la plaza de Trascorrales, que se inaugura hoy, a las 12.00 horas, es el más ovetense de todos los realizados hasta ahora por la Asociación Belenista de Oviedo. En esta ocasión, el belén napolitano no sólo está ambientado en la ciudad, sino que además refleja con una gran exactitud rincones como los de la plaza de Trascorrales y sus calles adyacentes, la fachada barroca del antiguo convento de Santa Clara o incluso la plaza de la Catedral, donde estuvo instalado hasta la llegada del tripartito al gobierno local.

El belén, que ahora se puede visitar en Trascorrales, incluye casi ciento cuarenta figuras que representan escenas y tareas propias de la vida cotidiana. Resumiendo, se trata de todo un derroche de imaginación y también de un minucioso trabajo muy bien hecho. Todas las figuras que se incluyen en el belén napolitano proceden de la colección del ovetense Alejandro Sánchez González, que las cedió para poder realizar esta composición.

La elección de las tres localizaciones históricas de la ciudad no es casual. "El Misterio decidimos colocarlo en un edificio que tuviera arcadas, como hacen los napolitanos, y la fachada barroca del convento de Santa Clara se adaptaba perfectamente; la fuente de la plaza de la Catedral no sólo es emblemática, sino que junto a ella pusimos nuestro nacimiento durante muchos años, y la plaza de Trascorrales es la que desde hace unos años acoge nuestra exposición, y es muy bonita", detalló Lali Nacimiento, presidenta de la asociación.

En la recreación no falta ningún detalle: la casa de los Quirós, los balcones forjados en hierro, las farolas y así hasta representar cada rincón de esta parte tan emblemática del Oviedo antiguo, que incluye el modelo original de la estatua de la burra y la lechera que sirvió al artista Manolo Linares para hacer la que tal vez es su escultura más fotografiada.

Ayer, a última hora de la tarde, los diez entusiastas y creativos integrantes de este colectivo remataban los últimos detalles para que hoy no falle nada, como hacen siempre. "Este año decidimos apostar fuerte y ubicar el belén napolitano nada menos que en Oviedo. Sabíamos que no era una tarea fácil y también que nos llevaría mucho trabajo, pero no nos importó porque la ciudad lo merece", comentó ayer a este periódico, mientras se movía de un lado para otro sin parar un solo momento, Yeyo Medio, miembro de la asociación belenista.

Y todo esto por amor al arte y a los belenes. En Nápoles (Italia) por hacer un metro cuadrado de belén los especialistas cobran 1.500 euros. El napolitano de Oviedo tiene una superficie de treinta y seis metros cuadrados. El cálculo es muy sencillo. Si el Ayuntamiento lo tuviera que pagar le costaría 54.000 euros. "Lo único que de verdad nos preocupa es que los visitantes salgan contentos después de ver un belén tan singular como el que hicimos este año", concluye Lali Nacimiento.

Los integrantes de este colectivo, injustamente anónimo para la mayoría de los ovetenses, trabajaron durante diez meses como mínimo cinco horas al día para hacer realidad este proyecto, que es también su ilusión. "Pero mereció la pena, porque la satisfacción que tenemos ahora es muy difícil de explicar", coincidieron en señalar Yeyo Medio y Celestino Cuervo mientras hacían, pincel en mano, los últimos remates.

Pero el belén más ovetense no es la única novedad. Estas Navidades las personas que se acerquen a Trascorrales podrán ver, por primera vez en Asturias, una exposición de belenes cuadro en la que se refleja la infancia de Jesús. Estos bajorrelieves son obra del artista murciano Fran Carrillo, que próximamente visitará Oviedo para explicar su obra. Además, se podrá ver la reproducción en bajorrelieve de una Epifanía románica que está situada en el cenotafio de los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta, en la basílica de San Vicente de Ávila. Más en menos espacio es imposible.