La demarcación asturiana de Arquitectura sin Fronteras echó a andar el pasado verano, con una treintena de socios y voluntarios, y mañana, a las 19.30 horas, se presenta a la sociedad, con la inauguración de la exposición fotográfica "Abriendo fronteras", dedicada a los refugiados, y un coloquio en la sede del Colegio de Arquitectos (calle Marqués de Gastañaga). Álvaro Menéndez, su presidente, la presenta como una oenegé que colabora en la mejora del hábitat de comunidades desfavorecidas, ya sea en el otro extremo del mundo o a la puerta de casa.

- ¿Con qué proyectos empiezan su andadura?

-Ahora mismo estamos trabajando en sensibilización, en los colegios, abriendo interrogantes: qué significa el derecho a la vivienda, la infravivienda... Empezaremos en enero, con niños de entre 11 y 13 años, con la campaña "Tu casa, mi casa". Estamos intentando colaborar con Cáritas a nivel local, en la rehabilitación de unos locales. Colaboramos con oenegés, con administraciones y organizaciones, a nivel técnico. A nivel nacional, Arquitectura sin Fronteras lleva 25 años de andadura y hay proyectos a miles. Las cuestiones de colaboración local son los más directos, y en Madrid se hizo, en la Cañada Real, el supermercado de la droga, una casita para fomentar la actividad participativa.

- ¿Quedan focos de infravivienda en Asturias?

-Sí, aún quedan cosas por ahí. En eso podemos colaborar con la Administración, aunque contamos más con colaborar con otras oenegés. Siempre necesitas un socio en tus proyectos, que puede ser la propia Administración, y con la participación de la comunidad, que es la que se organiza. Nosotros estamos para echar una mano.

- ¿Qué proyecto podrían llevar a cabo en Asturias?

-Están los barrios en los que los vecinos no tienen dinero para hacer un estudio; la asociación de vecinos puede contactar con nosotros y podemos hacérselo y apoyarles ante la Administración.

- ¿Qué valores mueven a Arquitectura sin Fronteras?

-Desde los derechos humanos, la igualdad de género, la interculturalidad, el desarrollo sostenible, la igualdad de oportunidades, la transformación social y el empoderamiento; el respeto al medio ambiente y la sostenibilidad. Hay muchos valores. Arquitectura sin Fronteras entiende la vivienda y el hábitat como un derecho social fundamental y la arquitectura como una herramienta de transformación social.