Varios vecinos de La Corredoria mostraron ayer sus quejas por tener que soportar por esperas de hasta ocho días por una consulta con el médico de cabecera en el centro de salud del barrio. Los usuarios se quejan de que la atención telefónica en el equipamiento sanitario se convierte en "una misión imposible" y piden que se tomen medidas para acabar con una saturación que consideran "indigna del siglo XXI".

Algunos de los pacientes sostienen que es habitual que las citas para ver al médico se demoren desde los tres días hasta una semana completa, pero reconocen que el principal motivo de su enfado son las trabas para concertar dichas citas. "Me pasé llamando tres horas y nadie cogió el teléfono", declara una vecina.

Las protestas de los usuarios se suman a otras producidas a comienzos de noviembre, cuando una paciente denunció haber llamado 38 veces para pedir cita desde su móvil sin recibir respuesta.