"A la ideología de género le molesta la naturaleza; le resulta incómoda y debe desaparecer; predomina el positivismo y el voluntarismo; un hombre sin Dios y sin alma; la igualdad total entre hombre y mujer y a la vez la rivalidad entre ambos".

Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Carmen Sánchez Maíllo, doctora y profesora adjunta de Teoría del Derecho en la Universidad San Pablo CEU, que dirigió un proyecto de investigación interdisciplinar sobre Ideología de género que dio lugar a un libro titulado "Ideología de género: Apariencia y realidad". Sánchez Maíllo fue presentada por Ángel Jiménez Lacave, médico oncólogo, presidente del patronato de Fundeso, fundación que organizó el acto.

"Asistimos al asalto de una ideología particular al poder cuando socialmente se observa un ambiente de promiscuidad. Nos dan recomendaciones lingüísticas; la bioética se ve afectada y la educación entra en contenidos que son de transmisión de padres a hijos", señaló la profesora. También parafraseó a Miterrand cuando dijo que "para hacer la revolución ya no hace falta asaltar el palacio de invierno; basta con asaltar la escuela". Eso es a su juicio, lo que está ocurriendo con una ideología que niega la existencia de un sexo femenino y otro masculino. "Solamente hay roles. Parece haber desaparecido la facultad humana de razonar. Se habla de orientación sexual como algo que cada uno puede elegir a su antojo".

Sánchez Maíllo habló de la "cosmovisión, que tiene un modo de entender a la persona, a la familia, a la sociedad", en la que el hombre "es un ser que se autoconstruye, que se determina y orienta sexualmente". "La ideología de género y el laicismo confluyen cuando el hombre es "manipulable", indicó.

A su juicio, hay tres puntos en los que se concibe de modo diverso al ser humano: "la bioética; la ética sexual y los modelos de familia y el lugar de la religión en la vida pública, donde predomina un ambiente de gran hostilidad hacia lo católico, unido a un rechazo de la familia y de la maternidad".

En este punto la conferenciante hizo hincapié en las contradicciones en las que, a su modo de ver, incurre una ideología que también pretende utilizar todos los medios posibles para llegar a la maternidad, "sin las dos figuras que la biología necesita".

Carmen Sánchez alertó, además, del peligro de un nuevo colonialismo ideológico que lleva a proyectos educativos que defienden lo neutro. "Ya hubo intentos en la educación para la ciudadanía y ahora esta ideología, que no es una teoría científica, ha llegado a la política y a la legislación para imponer su visión", sentenció Sánchez Maíllo.