La terraza de Tierrastur, la primera del lado izquierdo de la parte alta de la calle Gascona, ya es historia. Los operarios han tardado tan sólo dos días en desmontar la estructura que llevaba años albergando un gran comedor del restaurante aledaño.

La estricta protección del casco histórico de Oviedo obligó a los propietarios del establecimiento de la calle Gascona a iniciar el desmontaje de su terraza. La ordenanza municipal aprobada a finales del año pasado incluye la prohibición de colocar grandes espacios exteriores dentro del ámbito de protección de la Cámara Santa. Los espacios afectados por las restricciones están perfectamente detallados en la normativa del Principado e incluye, por escasos metros, los terrenos en los que se ubica la terraza retirada.

Los titulares del negocio agotaron hasta el último resquicio la vía administrativa. El plazo para la adaptación a la nueva norma local finalizó el 30 de septiembre. Sin embargo, los hosteleros en desacuerdo con la misma dispusieron de un periodo de alegaciones finalizado esta semana, tras el cual el Consistorio dio cinco días a las responsables de las terrazas irregulares para retirarlas.

La de Tierra Astur es la única terraza de la calle afectada por la limitación establecida por Patrimonio. La propiedad asume con resignación la retirada voluntaria del espacio, puesto que en caso contrario el propio Ayuntamiento procedería a desmantelar el equipamiento, girando posteriormente los costes derivados del mismo.

Los propietarios habían solicitado una prórroga hasta la obtención del permiso para una nueva terraza adaptada a todas las restricciones vigentes, pero les fue rechazada. Sin embargo, se muestran optimistas a la hora de buscar una solución. "Aunque hay una prohibición total para terrazas del tipo B -las de grandes dimensiones-, deberían de analizar caso por caso y tener en cuenta la existencia de avances técnicos para cumplir la legislación", explica el director de comunicación de Tierra Astur, Javier Orta.

La cadena hostelera asegura estar en contacto tanto con el Ayuntamiento como con la dirección general de Patrimonio del Principado de Asturias y confía en hallar una solución. "Creemos que hay que revisar la norma y no tenemos prisa para lograr contar con una nueva terraza moderna y respetuosa con el entorno", apuntan los afectados.