El barrio ovetense de Ciudad Naranco vivió hace unos días una escena digna de una película de acción. Numerosos agentes de Policía desplazados en una caravana de furgones procedieron a desmantelar el miércoles de la pasada semana un chalé de la calle Hermanos Villanueva en el que un grupo de chinos cultivaba grandes cantidades de marihuana. Los policías retiraron cientos de lámparas utilizadas para el cuidado de las plantas, cuya utilización disparó el consumo energético, alertando primero a la empresa suministradora y finalmente a la Policía Nacional.

El despliegue sorprendió a los vecinos en torno a las diez de la mañana. Según algunos testigos, un fuerte estruendo precedió la entrada de decenas de agentes a la casa. Los mismos iniciaron intensos trabajos para desarticular el aparatoso sistema de cultivo de los inquilinos, que se prolongó hasta pasadas las tres de la tarde. "Llegué de trabajar y no daba crédito a lo que estaba viendo", indica una vecina de la calle.

Residentes de algunas casas de la zona reconocieron ver muchas lámparas desfilar, y algunas fuentes apuntan a varios cientos, todas ellas utilizadas para propiciar el crecimiento de unas plantas que nadie había visto, pero sí rastreado. "Cuando venía alguna visita de fuera notaba el olor, pero no le dábamos mayor importancia", comentan en el vecindario sobre un producto que, según indican algunas fuentes, rebosaba en el sótano, la primera y la segunda plantas y el bajo cubierta de la vivienda.

Aunque la llegada del grupo de orientales se habría producido "hace un año aproximadamente", en la calle sostienen que apenas les veían el pelo. "Eran muy discretos y escurridizos, ya que siempre solían moverse en horas de poco movimiento", cuentan algunos que pudieron intuir lo que allí sucedía.

La Policía Nacional mantiene abierta la investigación y trata de encontrar las posibles conexiones de estas actividades con otras redes delictivas. La última detención en Oviedo relacionada con el tráfico de drogas se produjo el martes pasado en el Cristo, cuando dos ciudadanos de origen rumano fueron arrestados durante una investigación.

A finales de septiembre la policía decomisó 240 kilos de marihuana en cinco plantaciones de Soto del Barco, Llanes y Piloña.