El acuerdo del tripartito para modificar la tramitación de los contratos menores del Ayuntamiento de Oviedo preocupa a la oposición. Tanto el PP como Ciudadanos ven detrás de esta medida una manera de reducir los controles entre los propios socios de gobierno. Entre las consecuencias advierten del riesgo del aumento de licitaciones para beneficiar a colectivos afines y el principio del fin del acuerdo de gobierno entre las diferentes fuerzas.

El concejal popular Gerardo Antuña sospecha de la existencia de un intento de ciertos miembros del tripartito de eludir la responsabilidad sobre las decisiones de sus socios de gobierno. "Ninguno quiere comerse los marrones de los otros", apunta Antuña. El edil denuncia que "especialmente los ediles de Somos" son "expertos en tejer una red clientelar" mediante contratos menores y teme la utilización del cambio en los contratos para ampliar licitaciones interesadas. "Hemos visto cómo el presupuesto de la concejalía de Participación se ha ido repartiendo en un círculo muy pequeño de personas", denuncia.

En el caso de Ciudadanos, su portavoz en el Ayuntamiento, Luis Pacho, alerta que la decisión de eliminar la obligación de que las licitaciones menores de 50.000 euros en el caso de obras y de 18.000 euros en el resto es una mala noticia. "Se cargan la única virtud del gobierno, que era la de fiscalizarse entre ellos", subraya Pacho, muy crítico con la libertad que ganará el responsable de cada concejalía. "Ahora cada uno podrá repartirse el botín de los contratos menores a su gusto y sin tener que dar cuentas al otro" avisa el edil.