El Alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, apuesta por crear un centro agrícola y ecológico en la finca El Pevidal, propiedad del Principado, para recuperar el monte Naranco. El regidor ya tiene el visto bueno del ejecutivo regional para elaborar un proyecto en el que la ganadería, la agroecología, el turismo y la educación jugarán un papel fundamental para garantizar la conservación del espacio natural.
La idea, todavía por madurar, y a expensas de que el Principado dé su visto bueno para una hipotética cesión de la finca, incluye producción agroalimentaria propia. Sería la forma de financiar el mantenimiento del complejo con el que se aspira a "ser una experiencia piloto para otros Ayuntamientos" y superar el problema del abandono de los montes.
Las 67,78 hectáreas de la finca de El Pevidal, en la cima del monte Naranco, son consideradas el lugar idóneo para la propuesta de Alcaldía. López aboga por aprovechar los terrenos para reproducir "un prototipo paisajístico inédito", basado en los modelos históricos del paisaje campesino de la región. Para ello ve preciso redactar un plan de gestión agroecológica con un calendario de tareas detallado, una programación plurianual y los equipamientos y medios materiales y humanos necesarios, tal como explicó ayer a este periódico.
Wenceslao López aspira a establecer un centro de recuperación de razas autóctonas ganaderas y especies arbóreas del país, acompañado del cultivo de variedades agrícolas de la casería, ahora en declive por el progresivo abandono del campo asturiano.
Las pretensiones de López pasan igualmente por el fomento de la producción agroalimentaria y forestal. Considera el Alcalde ambas actividades una forma de obtener ingresos. "Podemos tener, por qué no, un queso del Naranco en unos años", comenta el regidor, visiblemente ilusionado.
Otra de las patas del plan pasa por los aprovechamientos formativos. El Pevidal se convertiría, según la propuesta municipal, en una escuela para estudiantes de formación profesional, vinculados al campo o la jardinería. Asimismo podría acoger a estudiantes universitarios de agronomía, montes o biología y recibir visitas escolares con el fin de darles a conocer cómo se trabaja la tierra. "Puede realizar las funciones propias de una escuela de maestría campesina", reza el anteproyecto municipal.
Tampoco se descuida la posibilidad de sacar un rendimiento turístico a El Pevidal. En este apartado, la idea de Wenceslao López pasa por establecer "un espacio para el conocimiento de culturas campesinas" en el que los visitantes puedan interactuar y descubrir los entresijos de las tareas diarias de las explotaciones ganaderas y agrícolas.
El reto final es convertir el Naranco en un referente nacional en cuanto a la gestión de montes. El Ayuntamiento pretende convertir El Pevidal en un espejo en el que mirarse a la hora de prevenir los riesgos ambientales del abandono de las zonas boscosas como son los incendios o las plagas de jabalíes. Ambición para la que se contempla la posibilidad de ampliar la gestión a otras fincas anexas mediante la firma de convenios con sus propietarios para acometer actuaciones.
