Las Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) salieron airosas de una jornada que se preveía especialmente movida. La dirección del área había fijado el día de hoy y el 2 de enero como las jornadas en las que se preveía una mayor actividad. Aunque la tarde resultó "muy concurrida", la mañana fue "más tranquila de lo habitual" y si bien a las siete de la tarde ya se habían superado los 300 pacientes, la cifra se quedó muy lejos del récord de 440 establecido el martes.

Las horas centrales de la tarde fueron las más laboriosas para un personal sanitario concienciado de lo que podía venirse encima. El tráfico de pacientes se incrementó considerablemente en torno a las cinco de la tarde, si bien no fue necesario recurrir a las restricciones de tres días atrás, cuando los médicos impidieron el paso de acompañantes al área durante cinco horas.

Fuentes hospitalarias apuntan a la eficacia de la atención y la ayuda de los refuerzos establecidos por la consejería de Sanidad desde el 15 de diciembre hasta el 15 de enero como los artífices de evitar un segundo día de saturación. Los tiempos medios de atención volvieron a ser "los habituales", aunque eso ya había ocurrido el martes pese a la masiva concentración de enfermos y familiares.

Las estimaciones del área eran las de cerrar el día en torno a los 350 pacientes. La cifra queda lejos de los 440, pero no deja de ser elevada. Aun así, el propio director del área considera las estadísticas normales para estas fechas. "Los viernes de este periodo festivo suelen estar siempre en torno a esos números", declaró Luis Antuña.

El martes, próximo reto

El reto de los trabajadores de Urgencias es ahora salir bien parados de un fin de semana que se prevé más tranquilo y afrontar sin riesgos de colapso la jornada del 2 de enero. El hecho de tratarse de un día laboral y la recuperación de buena parte de la actividad hospitalaria son los principales motivos que hacen apuntar a un día delicado.