La fábrica de armas de la ciudad inició su historia el 1 de marzo de 1856, día en que se suscribió la escritura pública de cesión al Estado por parte del Ayuntamiento de Oviedo del edificio que había albergado el convento de la Vega. Desde entonces, hasta que a finales de 2012 concluyó la actividad productiva, el complejo alcanzó los 118.443,25 metros cuadrados de superficie, dentro de los cuales se levantan 23 edificaciones de carácter industrial, entre las que hay grandes naves de estructura y cinco locales de pequeñas dimensiones. A estos inmuebles se les suman otros de uso residencial que ocupan el 9% de la superficie total del solar, la capilla de Santa Bárbara y el antiguo claustro. También hay 4.000 metros cuadrados de aparcamiento.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que está actualmente en vigor califica los terrenos como industriales, lo que impide el aprovechamiento residencial que persigue el Ministerio de Defensa. Es más, tanto la capilla de Santa Bárbara como el claustro están protegidos legalmente por su carácter monumental. Además, el recinto dispone de varios elementos singulares, de entre los que destacan la chimenea de la antigua fábrica de fundición, y cualquier actuación que se vaya a plantear deberá ser respetuosa con los lienzos de las fachadas y otros motivos decorativos.