Lo que sí ha trascendido son los planes de Estabona para el Calatrava, que pasan por revitalizar el centro comercial y tratar de situarlo como un espacio de compras central dentro de Oviedo. Para lograrlo, los nuevos responsables de los 40.000 metros cuadrados de superficie comercial anuncian inversiones que se traducirían en reformas en la estructura, captación de nuevos clientes y nuevos equipamientos que ayudarían a mejorar el entorno y la experiencia de los usuarios del centro comercial.

Estos planes coinciden en sus líneas más generales con los que Alpha Real Estate, la anterior empresa propietaria del espacio, anunció cuando se hizo cargo del centro comercial, en 2014. De hecho, Estabona Management también anuncia, como en su día hicieron Alpha Real y sus gestores, JLL, la puesta en marcha de cines para el Calatrava.

Queda por ver si los nuevos planes chocan, como le sucedió a Alpha Real, con una realidad complicada, de fuga de tiendas y trabas burocráticas para acometer reformas en un edificio que también acoge un Palacio de Congresos municipal y oficinas del gobierno del Principado de Asturias.

En el caso de Alpha Real Estate, JLL llegó a reunirse con el que era entonces concejal de Urbanismo, todavía con el PP en el gobierno, José Ramón Pando, y le expusieron todo tipo de reformas y planes para abrir salas de cine, pero las obras no llegaron nunca. Fue exactamente lo mismo que sucedió con otro centro comercial ovetense también en horas bajas, Los Prados, en Teatinos. Los responsables de este espacio también trataron de acometer reformas, tan ambiciosas como modificar la fachada exterior para que el edificio cambiara su orientación y dirigiera su cara principal hacia el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias.

De aquellos planes tampoco nunca se supo nada más. Los dos centros, el de Teatinos y el de Buenavista, se han visto castigados por la crisis y la fuga de empresas. De hecho, el gran reto de Estabona Management será relanzar el Calatrava, que recoge en sus horas más bajas, con el menor número de tiendas abiertas y la menor afluencia de visitantes al espacio.

Algunas fuentes del sector conocedores de la situación del mercado y de las peculiaridades del espacio de Buenavista, cifran en unos dos millones de euros los costes fijos de mantenimiento del centro comercial. Dentro de esa cifra se incluiría también el canon que los dueños deben pagar por el uso del aparcamiento subterráneo del edifico, perteneciente a una empresa externa. Clientes, empleados de tiendas y vecinos de Buenavista confían, sin embargo, en que los nuevos dueños sepan dar con la tecla que pueda reactivar el Calatrava y la vida comercial del barrio.