La gaditana Charo Fernández Aguirre (Cádiz, 1967) aprende algo nuevo cada día desde hace veinticuatro años. Entonces se convirtió en profesora y no ha dejado de formar a decenas de chavales en diferentes aulas. Licenciada en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, imparte clase de Tecnologías de la Información y Electrotecnia en el colegio Salesianos Atocha de Madrid. Ella fue una de los ocho ponentes que ayer participaron la jornada EDaulaBLOG celebrada en el Talud de La Ería para reflexionar sobre la educación y poner en común nuevos puntos de vista.
- ¿Cuáles son los principales cambios en las aulas desde que usted comenzó en la docencia?
-Sobre todo han cambiado los alumnos y los contextos. Estamos rodeados de nuevas tecnologías que no existían cuando empecé. Todos tenemos móvil y conexión a internet, por lo que el acceso a la información es rápido y sencillo. Antes había que ir a la biblioteca para profundizar sobre algo determinado y sin los libros se hacía imprescindible consultar con un experto. Es decir, el profesor era la fuente del saber, pero ahora los estudiantes prefieren Google o las redes sociales. El acceso a la información es la clave del cambio educativo.
- Entonces, ¿también han cambiado las expectativas en clase de los alumnos?
-Sí. Algunos incluso rebaten tal o cual tema al profesor y puede que tengan razón. Hay un cambio de roles que los docentes debemos asumir y buscar la forma de adaptarnos sin dejar de ser eso, profesores que conocen perfectamente sus materias y saben cómo transmitirlas.
- ¿Cómo reacciona usted si un alumno le contradice con buenos argumentos?
-Siendo muy humilde. Hay que dejar claro que los docentes enseñan mucho más que conocimientos y tienen criterio. El profesor tiene que saber su materia como siempre, pero debe asumir que a la hora de enseñarla existen otras herramientas. Estoy en contra de quien asegura que los chavales son nativos digitales, una cosa es que entren en internet y otra que sepan cómo hacerlo bien. Meten mucho la pata.
- ¿Qué errores cometen?
-Usan las redes sociales como si fueran canales privados. No contrastan las fuentes de información y se quedan con el primer resultado que les aparece en el buscador. Los adolescentes no son conscientes de que a diario construyen su identidad digital. Los profesores debemos trabajar para que pasen de ser consumidores de contenidos a generadores de contenidos de calidad.
- El contexto analógico ha dado paso al digital, pero también ha habido cambios sociales. ¿Eso se nota en las aulas?
-Por supuesto. Hay más desencanto, menos ilusión por el futuro. A los chicos les ha tocado una época complicada para labrarse un futuro. Es difícil defender la cultura del esfuerzo ante alumnos con los dos padres en paro o con realidades familiares duras. Ven que a su alrededor la gente se esfuerza y no obtiene recompensa. Antes solían decirnos que si estudiabas no tendríamos problemas. La realidad hoy en día es diferente.
- ¿Hay una brecha generacional entre los profesores? Los jóvenes que manejan el mundo digital y los experimentados que han aprendido casi a la vez que los estudiantes.
-Mi experiencia es que los profesores más activos en el uso de nuevas tecnologías en clase son los de más solera. Supongo que es porque los problemas pedagógicos o del control de aula los tenían más que superados y pudieron concentrarse en las nuevas metodologías. En cualquier caso, ningún docente debe dejar de lado la innovación y la creatividad en las clases.
