En 2010 el productor Juan Gona abría en Argame (Morcín) un complejo audiovisual dedicado a la formación y como paraguas y campo de operaciones de la industria de la imagen regional. Un año después, en 2011, el Ayuntamiento de Oviedo echaba a andar un centro audiovisual de características muy similares y cedía su explotación durante diez años, prorrogables por otros diez, a una empresa privada. Siete años más tarde, y tras una inversión de 6,2 millones, el centro audiovisual de Argame está a punto de salir, a duras penas, de un concurso de acreedores. En Olloniego, denuncia Juan Gona, el Ayuntamiento hizo unos estudios, se los cedió a una empresa sin coste alguna y ahora esa productora desarrolla una buena parte de la parrilla de la televisión regional. La situación le ha llevado a presentar una queja por "distorsión de la competencia" que la UE ha admitido a trámite en poco más de un mes.
Juan Gona quería definir y relanzar el proyecto de Argame pero ha visto, se queja, que ninguna administración, ni local ni regional, hace nada por ayudarle a salvar lo que considera que podría haber sido un gran paraguas para la industria audiovisual en Asturias. De manera "muy precaria", razona, obtuvo la producción de algún programa para la TPA que a pesar de los buenos datos de audiencia, afirma, fue clausurado. Poco más. Por eso tras años de problemas y una vez que ha salido del concurso de acreedores, ha iniciado una batalla legal por lo que su abogado, Agustín Azparren, considera un caso de distorsión de la competencia. Así han presentado la queja ante la Unión Europea y en mes y medio les han admitido a trámite la denuncia. Con una salvedad.
La UE investigará pero no lo considera un asunto prioritario, por lo que les recomienda que exploren, primero, las vías internas. Es decir, el Tribunal de Defensa de la Competencia o la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.
Antes de llegar a esas instancias, han tratado de iniciar ya nuevos contactos tanto con la administración local, propietaria del centro de Olloniego, como con el gobierno del Principado, responsable del ente público regional. Juan Gona lamenta que tanto unos como otros eran conocedores de la "injusta" situación que estaba viviendo el centro audiovisual de Argame y no hicieron nada para solucionarlo. En algunos casos, insiste Juan Gona, ni siquiera pudo llegar a reunirse con el gobierno regional.
Aunque el productor aclara que su denuncia nada tiene que ver con la empresa que explota el centro de Olloniego, la reclamación sí podría tener un impacto directo en el funcionamiento del centro audiovisual municipal. En casos parecidos, destaca Azparren, los tribunales ya han llegado a cerrar complejos similares al de Olloniego. Lo que Gona reclama es, en primer lugar, daños y perjuicios originados por el desequilibrio de las condiciones para trabajar en el mercado audiovisual asturiano y mientras lo pelea no dudará en solicitar medidas cautelares para evitar que la situación se siga agravando.
