El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, dejó esta mañana muy claro que quiere volver a sentarse en el sillón de la Alcaldía de Oviedo. "Me veo con muchas ganas y mucha ilusión por ser el próximo candidato del PP", dijo Caunedo cuando los periodistas le recordaron que Mariano Rajoy quiere que sus principales candidatos a las autonómicas y municipales sean designados dentro de dos meses, coincidiendo con la convención nacional que los populares celebrarán en Sevilla.

A Iglesias Caunedo se le echa el tiempo encima. Desde la calle Génova, el PP ha repetido hasta la saciedad que no habrá aspirantes con deudas pendientes en los juzgados y al líder local de los populares aún le cuelga el sambenito de figurar como imputado en una de las piezas separadas del "caso Pokémon", un proceso en el que está inmerso por sus supuestos favores a una filial de Aquagest --la principal protagonista de la trama corrupta-- a cambio de viajes regalados. Agustín Iglesias Caunedo y sus abogados consideran que su imputación no tendrá mayor recorrido y que la jueza asturiana Pilar de Lara tendrá que desimputarlo o absolverle si llega al juicio, pero la decisión de la magistrada de ampliar la fase de instrucción del caso hasta junio de 2019 le impediría al exregidor poder presentarse como candidato a la alcaldía de Oviedo.

Caunedo realizó estas declaraciones durante la presentación de la campaña "¿Taxi en Oviedo?, espera sentado", una iniciativa de los populares "para dara a conocer entre los ciudadanos los perjuicios que supone para Oviedo la regulación abitraria de los descansos que les ha impuesto el tripartito a los taxistas". Según el PP, la decisión del equipo de Gobierno provocará, entre otras cosas, "que el servicio sea insuficiente y que las carreras sean más caras y que haya que esperar más". El PP repartirá 40.000 folletos por la ciudad "para informar bien a los ovetenses de las repercusiones que tiene todo esto".

Agustín Iglesias Caunedo prometió, también en clave electoral, que el PP echará abajo la normativa que les acaba de imponer el tripartito a los taxistas y que volverá a permitir la libre circulación "en cuanto ganemos las próximas elecciones".