El Ayuntamiento de Oviedo, a través del área de Economía prevé contratar antes de que finalice el presente año varios "cuidadores de barrio" encargados de reforzar la vigilancia de la seguridad entre las once de la noche y las siete de la mañana. La iniciativa se encuentra todavía en estudio, pero de momento ha despertado el interés de los vecinos de Pumarín, Ciudad Naranco, el centro, La Argañosa y La Corredoria, aunque el tripartito baraja la posibilidad de que el coste del servicio sea sufragado parcialmente por los comerciantes.

El tripartito comenzará estos días a realizar encuestas entre comercios y vecinos de los barrios con el objetivo de conocer la potencial demanda de este servicio. De momento, la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (ASATA), dentro de un convenio a dos bandas firmado con el Consistorio, está elaborando un estudio a propuesta del tripartito para concretar los detalles del servicio.

Entre las asignaciones que se les atribuirá a estas nuevas figuras que recuerdan a los clásicos serenos, está la asistir tanto a los habitantes de la ciudad como a visitantes o pequeños empresarios. Además, se prevé que su presencia permita reforzar la conservación del mobiliario urbano y el control del alumbrado público. La sustitución de bombillas, bancos o señales de tráfico pasará a ser en gran medida de su responsabilidad.

La agrupación ASATA se encarga de realizar entrevistas, encuestas y observaciones en los barrios en los que potencialmente se instaurará el servicio. Igualmente está recabando datos de comunidades de vecinos, edificios institucionales y mobiliario urbano, a expensas de calcular el personal necesario para un servicio efectivo.

La iniciativa forma parte del Plan de Economía Natural impulsado por el edil de Somos Rubén Rosón. El concejal de Economía sostiene que todavía no existe una relación definitiva de zonas de Oviedo que se verán beneficiadas por la creación de esta figura. Uno de los principales escollos en la práctica será alcanzar un acuerdo con los comerciantes para que asuman una proporción del coste del servicio.

Fuentes municipales destacan que el servicio de cuidadores de barrio se ha convertido en una seña de identidad de diversas ciudades españolas e incluso asturianas, como es el caso de Gijón. Se destaca que "son una importante apuesta colectiva", de particulares y la administración local, al mismo tiempo que ayudan a la inserción laboral mediante la creación de puestos de trabajo y sirven de apoyo para sectores como el comercial y el turístico.