Los vecinos de La Manjoya ya han ganado "una pequeña batalla" en su guerra por conseguir un centro de salud "en condiciones" para el barrio. Los dos módulos que harán las veces de consultorio hasta que se acometa la reforma del actual ambulatorio -situado en la parte baja de una vivienda de dos plantas "que se está cayendo a cachos"- ya están colocados en la calle Parque Manjoya y a la espera de ser acondicionados con los equipamientos necesarios para entrar en funcionamiento. "Nos han dicho que estarán preparados el jueves -por mañana- y esperamos que el martes de la próxima semana ya se pueda pasar consulta. Por fin vamos a poder ir al médico sin pasar frío", celebra Silvia García, presidenta de la Asociación de Vecinos Llamaoscura-Pereda.

La instalación de las casetas es "un pequeño paso" para los vecinos de La Manjoya, que exigen actuaciones más ambiciosas por parte de las administraciones. "Está muy bien contar con estas instalaciones, pero no hay que olvidar que son provisionales. Nosotros pedimos que se nos habilite un centro de salud con las mismas prestaciones que los que hay en el resto de Oviedo. Seguiremos movilizándonos para que la adecuación del centro de salud se lleve a cabo cuanto antes", afirma García. La reforma del ambulatorio de La Manjoya se encuentra paralizada por la falta de presupuesto regional. La prórroga de las cuentas regionales es un escollo, pero no se descarta la aprobación de algún crédito extraordinario para ejecutar la obra, demandada desde hace muchos años por los vecinos

Han pasado ya muchos años desde que el centro de salud pertenecía a la fábrica de explosivos Río Tinto, cuando las consultas eran diarias y el médico, fijo. Tras el cierre de la factoría, el servicio pasó a manos públicas y comenzó el deterioro. Silvia García asegura que en la zona viven unos 1.200 vecinos y que sólo unos 400 están adscritos al ambulatorio de La Manjoya a causa de las carencias. "Aquí sólo hay consultas los martes y los jueves y cada día sólo se atiende como máximo a seis pacientes. Es decir, que hay doce consultas a la semana y encima en un ambulatorio que está hecho polvo", afirma García. En este sentido, desde la asociación vecinal tienen previsto iniciar una campaña para que los habitantes del barrio soliciten el médico en el barrio. "Es la única vía que tenemos para aumentar el número de pacientes y para que haya consultas a diario", explica Silvia García.