Los vecinos de Villapérez aseguran que la empresa concesionaria del servicio de desbroce y limpieza de carreteras incumple sistemáticamente el contrato pactado con el Ayuntamiento sin que nadie tome cartas en el asunto. Los ovetenses que residen en la parroquia más extensa del municipio reconocen que los operarios de la contrata se encargan de la maleza que se come las calzadas -aunque les gustaría que no lo hiciesen "sólo una vez al año"- pero denuncian que "ni recogen los restos, ni limpian las cunetas y sumideros".

Sergio Fernández-Peña, que además de ser el presidente del sindicato CSIF a nivel regional es vecino de uno de los pueblos de la parroquia, se encargó ayer de resumir el problema. "No sabemos quién es la adjudicataria. Los operarios y las máquinas no traen distintivo alguno. Lo que es obvio es que los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos la limpieza y el desbrozado. La empresa cobra el cien por cien, pero sólo ejecuta un cuarenta por ciento del trabajo porque no limpia y el ayuntamiento pasa de todo. Como vecino directamente afectado es algo que pone en riesgo mi vida y la de mis hijos, y no lo puedo aceptar", explica Fernández-Peña.

Y es que los vecinos de la zona -el sindicalista no es el único cabreado- denuncian que en ocasiones la maleza alcanza tales dimensiones que tapa por completo los arcenes y la líneas que delimitan las carreteras. "No queremos esperar a solucionar las cosas cuando haya una desgracia", explica Sergio Fernández-Peña. Los vecinos de la parroquia de Villapérez, que engloba a varios pueblos y a una población aproximada de 700 habitantes, exigen "que se mejore el servicio".