A sus 75 años, Rosario Fernández Uría, matriarca del clan hostelero desarrollado desde los años ochenta del pasado siglo en torno al Bodegón de Teatinos, dice que está retirada de los fogones. Pero ayer, cuando le entregaron la asociación de la hostelería, Otea, le entregó la mención de honor del menú de Antroxu, un reconocimiento a la defensa de los menús tradicionales ovetenses, quedó patente que no. Ella, dijo el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, no hay día en que no piense en el negocio y no pase por allí a fiscalizarle a Miguel Ángel de Dios, su hijo, la preparación de los callos caseros. "Señoras como ella", resumió Almeida, "son las que hacen que Asturias sea uno de los lugares donde mejor se come de España".

Al saber dar bien de comer, al arte de la buena guisandera, se refirió también Antonio González, director de Trabajo del Principado de Asturias, y el Alcalde de Oviedo, Wenceslao López.

La mención del Antroxu era para el Bodegón de Teatinos y lo recogieron la madre y su hijo, Miguel Ángel de Dios, hoy al frente del local. El Bodegón lo cogieron sus padres en 1981 y lo fueron transformando en lo que es hoy, con la buena mano de Rosario para introducir la comida tradicional de aquí, los garbanzos, el pote, el bacalo. De Dios, que también compartió responsabilidades directivas con Almeida en otras épocas, recibió la mención con "tremenda ilusión".