Ahora se encuentra fuera de peligro, pero llegó a pensar que no lo contaba. El cocinero que resultó apuñalado el martes por un atracador en el bar del Cristo en el que trabaja permanece ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con un tajo "de casi un palmo" en el vientre y con un susto en el cuerpo que va a tardar en desaparecer. Después de haberse sometido a una operación y de haber perdido mucha sangre tras recibir la cuchillada, tiene que esforzarse para sacar un hilo de voz. Le duele a horrores, pero aún así se ha prestado a contar su versión de lo ocurrido para LA NUEVA ESPAÑA.
El relato pone los pelos de punta. "Los martes descansamos, pero yo había ido al trabajo para limpiar la cocina. Tenía la puerta trasera del local abierta y no me di ni cuenta de que el hombre ya estaba dentro", explica. "Me cogió por la espalda y me puso una pistola en la nuca. Al menos, yo pensé que era una pistola y por eso me quedé apoyado contra la pared con las manos en alto y sin hacer nada. Tenía mucho miedo y él estaba encapuchado. En ningún momento pude verle la cara, pero sé que era alto", añade.
Entonces, las cosas empeoraron. "Me llevó al baño y me dijo que si no le daba el dinero de la recaudación me mataba", señala la víctima, que tiene 44 años y es de origen filipino. "Tenía un cuchillo muy grande. No sé si lo traía él o si lo cogió de la cocina al entrar, pero era muy grande. El hombre estaba muy nervioso y no paraba de lanzarme cuchilladas como para amedrentare, pero sin alcanzarme. Repetía que le diese el dinero una y otra vez", recuerda el trabajador. "No me enfrenté a él en ningún momento, tenía mucho miedo para hacerlo. Lo que pasó es que en un momento dado, cuanto estábamos en el baño tropecé con su pierna y él interpretó que le había dado una patada. Ahí fue cuando me apuñaló", explica.
A continuación todo se volvió negro. "Me di cuenta de que tenía una herida bastante grande y que estaba sangrando mucho, por lo que traté de pedir ayuda cuanto antes". En ese momento pasaban por la calle "dos jóvenes con un perro", que fueron los primeros en acudir a auxiliarle. El asaltante, el hombre que lo había apuñalado, se había ido corriendo con 1.300 euros que había en uno de los cajones del local. "Cuando me tenía contra la pared le escuchaba revolver, pero la verdad es que ni siquiera me giré para ver que estaba haciendo por temor a que me pasara algo", asegura el cocinero.
Tuvo mucha suerte. A pesar de que la herida fue profunda -aunque en un principio trascendió que lo habían acuchillado en dos ocasiones, el hombre dijo ayer que sólo recibió una puñalada-, el cuchillo no llegó a tocar ningún órgano vital y por eso en ningún momento se llegó a temer por su vida. Según le han dicho, podría incluso irse para casa "el lunes o el martes de la próxima semana". Ayer se encontraba en la octava planta del HUCA acompañado por una de sus hermanas, que reside en Madrid y se desplazó hasta Oviedo en cuanto se enteró de la fatal noticia. "Hemos llevado un susto muy grande, pero lo importante es que mi hermano va a recuperarse. Ahora sólo queremos que atrapen al autor y que pague por el daño que ha hecho", señala la mujer.
