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Tenor e intérprete de Vicente Etxebar en "El cantor de México", que el jueves abrirá el XXV Festival de Zarzuela

Emmanuel Faraldo: "A la gente joven le va a encantar 'El cantor de México', es superdivertida"

"Sagi es un maestro, es zen; sabe transmitir qué quiere y jamás se va a enojar, se notan su paz y su experiencia"

Emmanuel Faraldo, el pasado viernes, en el patio de butacas del teatro Campoamor. MIKI LÓPEZ

El argentino Emmanuel Faraldo protagoniza "El cantor de México", la producción del Teatro de la Zarzuela y la Ópera de Lausanne, con la que este jueves arrancará el XXV Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo. El viernes ya estaba aquí, preparado para el primer ensayo y animado por la posibilidad de disfrutar de la ciudad, especialmente de una gastronomía de la que guarda deliciosos recuerdos. En el año 2016 Faraldo cantó "El Mesías" en el Auditorio. Éste es su debut en el Campoamor, un teatro del que había oído hablar vinculado a los desaparecidos premios líricos que Oviedo otorgaba anualmente. Con su voz de tenor y su juventud, Emmanuel Faraldo se está abriendo paso en Europa.

- "El cantor de México" es una fiesta para el público: eso dicen en cada presentación. ¿También es divertida para el reparto?

-Es divertidísima. La música es increíble, tan optimista? Cuando acabas de interpretarla y de escucharla te vas con una sonrisa. Mi papel es muy largo, no paro de cantar, se juntan muchas canciones con cambios de vestuario en cuarenta segundos, un minuto? La exigencia es fuerte pero se disfruta muchísimo.

- Cambian continuamente de estilo musical: hay mambo, mariachi, boleros, fandangos? Es una dificultad añadida.

-Sí, el primer acto es agotador, no paro un segundo, hay cinco cambios de vestuario y todo el tiempo arriba del escenario. Es impresionante. Óliver Díaz se lo ha tomado muy en serio y ha querido explotar cada género. Le encanta el jazz, le toca muy adentro y le saca el mayor provecho. Hemos tratado de ponerle swing y darle su toquecito particular a cada número, ya veremos si a la gente le gusta o no.

- Está a las órdenes de dos asturianos en esta producción, Emilio Sagi y Óliver Díaz.

-De Sagi ¿qué voy a decir?, es un maestro, y a Óliver lo conocí este año y me ha dejado impresionado: ha querido sacarle jugo a cada uno de los estilos y ha preparado la orquesta de la Zarzuela de modo que la gente tocaba feliz. Sylvia Parejo, mi partenaire, y yo nos quedábamos perplejos con la forma de trabajar de Sagi: es zen, sabe transmitir lo que quiere y jamás se va a enojar; se nota su paz y su gran experiencia.

- "El cantor" es un encargo de Luis Mariano, el actor que la encarnó en el cine. ¿Ha visto la película? ¿Le ha servido de inspiración?

-Como argentino no lo conocía, para mí fue un descubrimiento. Hemos trabajado con Óliver muchas cosas al y como él las hacía, estilísticamente: ese cantar muy libre, muy ancho, los falsetos, esas canciones que parecen populares y no lo son tanto. Fue un gran descubrimiento Luis Mariano.

- Estos días previos a la apertura del Festival de Oviedo se está hablando mucho de la renovación del género lírico español? ¿Usted ve a gente joven entre el público?

-Como extranjero -hace tres años que vivo aquí- he empezado a ir al Teatro de la Zarzuela no hace mucho y desde que Daniel Bianco está al frente, con su equipo, está apostando muchísimo por la juventud, con el proyecto "Zarza", con una zarzuela al año para jóvenes.

- ¿En Argentina, en Latinoamérica se programa a menudo zarzuela?

-Hay algunos lugares pero no está tan arraigado, se hace más ópera, claramente. En el Teatro de la Zarzuela he visto un público similar al de la ópera. Me parece acertado apostar por los jóvenes. La zarzuela es un género validísimo.

- ¿"El cantor de México" les gustará a los jóvenes?

-¡Les va a encantar! En Madrid han quedado enloquecidos, es superdivertida. Ha sido un éxito rotundo, porque es un espectáculo muy bien armado. Lo es desde el punto de vista musical, con todos esos géneros, una guitarra eléctrica, una batería..., y desde el punto de vista escenográfico: cada doce minutos hay un cambio y eso le da mucha frescura, Bianco ha invocado la cultura "kitsch", con unas calas gigantes... Y la trama es fácil.

- ¿Cuáles son sus momentos preferidos de la función?

-Cuando cantó "México", ese es indiscutible, pero también hay un bolero, "Acapulco", más sentimental.

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