Cinco empresarios pertenecientes a otros tantos desguaces de diferentes puntos de la ciudad se interesaron ayer por la adquisición de los 59 coche, 12 motos y un furgón abandonados recogidos en los últimos años por el Ayuntamiento. Todos ellos tuvieron la oportunidad de visitar los coches enajenados para calcular su puja de cara a un concurso público novedoso que permitirá al Consistorio por primera vez deshacerse de motos y coches sin dueño ingresando dinero en vez de pagándolo y cuyo plazo para presentar ofertas finaliza el viernes. El ganador del concurso asumirá, además de los vehículos ya almacenados, los que sean hallados sin dueño a lo largo del próximo año.

La convocatoria deja claro que sólo se podrán aprovechar las piezas de los vehículos y no podrán volver a rodar legalmente con su matrícula original. A los concurrentes se les exigen disponer de un certificado del Centro Asturiano de Tratamiento de Vehículos para garantizar que tienen permisos para reutilizar las distintas partes de los turismos y las motocicletas.

Los interesados deberán de aportar al Ayuntamiento las cantidades que están dispuestas a abonar por cada vehículo a reutilizar. Los precios varían según los tipos de manera que la puja mínima a estudiar debe ser de 120 euros por unidad en el caso de los coches, 35 para las motos y 150 en el caso de furgonetas, los todoterreno y los turismos considerados de usos mixtos.

Los interesados aseguraron tras la vista que ven rentabilidad en los vehículos. "Hay de todo, pero vemos posibilidad de aprovechar muchas piezas", indicó Álvaro García, propietario de un desguace de Noreña.