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Actriz y cantante, actúa el jueves en la zarzuela "El cantor de México"

Rossy de Palma: "¿No se puede poner la estatua de Woody Allen entre paréntesis?"

"Bable, bable no hablo, préstame mucho y póngome como una gocha, pero donde no sé no me meto: no quiero remover cucho"

Rossy de Palma, en plena representación. LNE

Rossy de Palma, actriz y cantante con raíces en Avilés, alcanzó la fama como "chica Almodóvar" y, desde entonces, ha desarrollado una prolífica carrera tanto en España como a nivel internacional. Ayer llegó a Oviedo para interpretar el papel de "Eva Marshall" en "El cantor de México", título un tanto kitsch con el que este jueves se inaugura la 25ª edición del Festival de Teatro Lírico Español. "El cantor de México" fue compuesta por Francis López, un francés de origen hispanoamericano y ascendencia vasca. De Palma asegura una buena dosis de diversión a quienes acudan al Campoamor: "La sonrisa te dura una semana"

- ¿Qué se va a encontrar el espectador que acuda a ver "El cantor de México"?

-Pues una opereta maravillosa, con una musicalidad preciosa, divertidísima, llena de alegría, de humor y de sorpresas. Es una gozada para los que la ven y también para quienes la hacemos. Además, tiene un decorado espectacular.

- ¿Quién es la tal "Eva Marshall" a la que interpreta en esta obra?

-Una diva insoportable y una mala actriz que quiere trabajar muy poco. Es un poco mantis religiosa. Resulta muy divertido hacer de mala actriz. Yo me lo paso muy bien. La verdad es que esta opereta me ha dado muchas satisfacciones, ya cuando la hicimos en Francia, en 2006, o recientemente en el teatro de La Zarzuela o en Lausanne estas navidades. La hemos paseado mucho y lo cierto es que todo el mundo queda muy satisfecho. La sonrisa te dura una semana.

- Con padres avilesinos, ¿se considera asturiana?

-Total.

- ¿Qué tal trabajar con sus paisanos Emilio Sagi, director de escena, y Óliver Díaz, director musical?

-Con Sagi tuve un flechazo desde que nos conocimos, cuando hicimos la opereta en Francia. Nuestra primera reunión fue con cabrales y sidra. La asturianía une mucho. Óliver es una maravilla, una persona divertida y con un enorme talento. Es muy joven y le auguro un futuro sensacional como director de orquesta.

- Está al tanto de la polémica que hay en Oviedo con la estatua de Woody Allen? Hay agrupaciones feministas que exigen su retirada...

-No lo sabía. Yo no sé qué decir de estas cosas. Es algo complicado ¿No se la puede poner entre paréntesis?

- Usted conoció a Harvey Weinstein, el productor estadounidense acusado de ser un acosador sexual...

-No quiero entrar en esa polémica, que se sale de madre. Ya ve lo que ha pasado con las ONG.... Prefiero no avivarlo.

- Usted habla algo en asturiano. ¿Sabe que hay un movimiento social y político para que sea una lengua cooficial en el Principado?

-Yo bable bable no es que hable. Hombre, préstame mucho y póngome como una gocha . Utilizo el ye. Yes mundial, pero no tengo mucha idea y donde no sé no me meto. No quiero revolver cucho.

- ¿Qué tal la gala de los premios Goya?

-Los que la presentamos no nos enteramos de nada y no tuve tiempo de visionarla después. Estuve allí, la viví, pero no sé lo que pasó.

- ¿Le parecieron justos los premios?

-Sí, fue lo que se votó.

- Rossy de Palma no para. ¿Está en un momento especialmente prolífico?

-Siempre trabajé mucho. Yo soy obrera. Aquí, en Francia, en América... Acabo de llegar de Nueva York. Mi padre me dijo un día "yes mundial" y yo me lo creí. Pues yes mundial en todas las partes.

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