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Las nuevas farolas de Oviedo conservarán la estética isabelina sólo en el centro

Los técnicos preparan un modelo que preserva la luminaria tradicional, aunque anclada a un poste moderno de acero para garantizar la seguridad

Recreación del modelo "hibrido" que se instalará en el centro. LNE

El nuevo modelo de farolas que sustituirán las de tipo "Bailén I" -las de cinco brazos- contará con una variante para conservar la estética isabelina en varias calles céntricas de la ciudad como Uría o Conde de Toreno. Los técnicos municipales encargados de la iluminación quieren dotar al mobiliario urbano luminoso de materiales más seguros y al mismo tiempo mantener la imagen clásica. Creen que así apaciguarán las críticas que califican de "despilfarro" la inversión de más de medio millón de euros para sustituir 121 de las colocadas durante los mandatos de Gabino de Lorenzo.

Como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, el nuevo modelo encargado por el tripartito contará con una base de fundición unida a un poste de acero galvanizado, un brazo también de acero y una luminaria de inyección. Lo que no había trascendido hasta ahora es que dicho modelo contará con una variable cuyo objetivo será mantener la estética isabelina en determinados puntos de la ciudad. Se trataría de un modelo híbrido que mantendrá la base fundida y el poste de acero, pero en vez de contar con las luminarias modernas incorporará dos faroles isabelinos.

Los técnicos ven en esta la única opción de mantener la estética clásica de las últimas décadas y, a la vez, cumplir el objetivo por el que decidieron retirar progresivamente las 1.100 farolas de tipo Bailén I. "Conservar las farolas de cinco brazos es imposible", indican, admitiendo la opción de dos faroles como la más adecuada. "Por eficiencia, es la opción más sostenible", añaden.

El resultado final de esta variante del nuevo modelo será similar al que lucirán las de modelo Bailén II. Estas últimas, presentes en muchas calles están siendo también modificadas en los últimos tiempos. El personal de Iluminación está sustituyendo uno de los tres faroles de las mismas, concretamente el central, por un penacho que sirve de remate para, sobre todo, ahorrar energía. "Ese tipo de luminarias consumen mucho y sólo un máximo de dos pueden considerarse eficientes", declaran.

Los trabajadores lamentan la polémica creada por la sustitución de las farolas, pero defienden con uñas y dientes los planes municipales. Aseguran que la sustitución de los postes de hierros antiguos por unos modernos de acero es irrenunciable. "El hierro no se dobla y cuando envejece puede romper y causar un accidente", sostienen. Asimismo, recuerdan que la tecnología de los faroles del modelo isabelino es propio de otra época en la que el término eficiencia ni siquiera existía. "Es tecnología del siglo XIX diseñada para portar llamas y no bombillas", explican los expertos.

Sobre el nuevo modelo inspirado en las farolas que ya se vienen instalando en la ciudad desde el año 2008, explican que el hecho de encargar un rediseño diferente busca ahorrar dinero a las arcas municipales. "La intención es hacer un poste que encaje en la base de las farolas de tipo Bailén y así ahorrar costes en excavaciones e instalaciones", justifica un responsable del servicio de Iluminación.

El nuevo modelo se sumará a un catálogo de tipos de farolas que en Oviedo cuenta actualmente con siete variantes. Además de las Bailén I -en peligro de extinción- y Bailén II, por las calles de Oviedo pueden verse también farolas de tipo Villa, que cuentan con un único farol isabelino, en el Campo de San Francisco y otras zonas verdes. El tipo vial o peatonal es el existente en la antigua plaza de La Gesta y en el que se basan los nuevos modelos. A ellos hay que sumar las clásicas farolas de acero galvanizado, todavía presentes en algunos barrios, así como los báculos curvos que iluminan las zonas a las que no llegaron los planes de choque del gabinismo. Por último, existen modelos con "presencia residual" como es el caso de las farolas situadas junto al Campoamor.

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