Frankie Delgado llegó una mañana al Ca Beleño, abrió la puerta y al entrar en el bar se encontró a un grupo de escoceses, con sus faldas y todo, durmiendo en el suelo. El bar estaba en perfecto estado, la limpiadora había hecho su trabajo unas horas antes pero se había ocupado de no despertar a aquellos chavales que habían ofrecido un concierto la noche anterior y que dormían plácidamente.
El grupo estaba de gira por Europa y tenían que llegar a Oporto para tomar un vuelo. Frankie los fue levantado uno a uno y alquiló un alsa para que llegasen a tiempo a la ciudad lusa.
Es una de las muchísimas anécdotas que cuenta el propietario del Ca Beleño, el bar de referencia de la música folk asturiana, que hoy cierra sus puertas con una fiesta que comenzará a las cuatro y media de la tarde y que no tiene hora de fin.
Frankie narra la anécdota poco después de enseñar los preservativos Ca Beleño, con el lema "mángalo, manga-y-lu". Los acaba de encontrar rebuscando entre los miles de objetos que atesora en el bar, son miles de recuerdos, de noches memorables, pero también de viajes, de conciertos, de festivales.
Frankie Delgado y Blanca Fresno están estos días tan agotados como emocionados. Desde que anunciaron el cierre del bar han recibido cientos de mensajes y llamadas procedentes de todos los países. Es una mezcla de tristeza y de ilusión. Cierran el bar pero ponen en marcha una gran fábrica de cerveza en el Balneario de Borines. Se han asociado con Agua de Borines para comenzar a embotellar su propia cerveza, la que en el bar servían desde hace años de barril. Hoy habrá brindis, música, risas y llantos. Hay autobuses preparados para viajar desde otras ciudades, nadie quiere perderse la despedida. Habrá una gran jam session en la que participarán no sólo músicos de folk sino también de rock. El Beleño dio a conocer el folk en Asturias pero también logró unirlo con el rock.
Hoy sonarán lamentos de gaitas para despedir a un emblema de la cultura asturiana.
