Pese a la gran acumulación de personas durante la madrugada en el casco antiguo con motivo de las fiestas de Carnaval, no se registraron incidencias especiales. Tan solo hubo varias actuaciones por consumo de bebidas en la vía pública, por orinar en la calle y se actuó en un local que había puesto música pese a tener el equipo precintado y en otro que la tenía demasiado alta.

El dispositivo policial para la noche de Carnaval consistió en reforzar el turno ordinario de la Policía Local, que se prolonga hasta la una de la madrugada, y poner más agentes en el turno de noche. En total, en la madrugada del sábado al domingo trabajaron 25 agentes de la Policía Local, que además se coordinaron con la Policía Nacional, según detalló el concejal de seguridad ciudadana, el socialista Ricardo Fernández.