Francisco Franco tiene los días contados como Rector Honorífico de la Universidad de Oviedo. La Universidad quiere actuar sobre los vestigios franquistas que haya en todas sus instalaciones y también sobre títulos, menciones y honores que datan de aquella época y no tienen nada que ver con los principios y valores de la institución académica.

El Rector, Santiago García Granda, confirmó ayer la constitución de una comisión que tendrá como objetivo llevar a cabo un plan de intervención. El equipo rectoral tienehttps://www.lne.es/oviedo/2012/02/18/ccoo-plantea-eliminar-simbologia-franquista-universidad-oviedo/1201277.html la intención de llevar esta iniciativa al próximo claustro, que tendrá lugar en primavera. En esa reunión, los claustrales tendrán a su disposición un primer informe, coordinado por Francisco Erice, profesor de Historia Contemporánea y elaborado por los también por los profesores Carmen García y Rubén Vega, que plantea una primera intervención "mesurada" sobre los cuatro vestigios de origen franquista existentes en el edificio histórico la Universidad: una vidriera que corona la Biblioteca universitaria donde puede verse un escudo coronado por el águila de San Juan junto a las palabras "Una, grande, libre" y las flechas franquistas; una lápida en el Aula Magna dedicada a los alumnos soldado; un escudo franquista sobre la entrada lateral del Paraninfo y una lápida "a los caídos por Dios y por la patria", en el tránsito que comunica el jardín contiguo de Recoletas con la calle San Francisco junto al Rectorado.

"Proponemos un trato mesurado, con medidas que sean consensuadas y sin propuestas radicales", resumió Erice. El historiador indicó que para esos cuatro primeros vestigios localizados en el edificio histórico de la Universidad, se plantea en este primer informe "una señalización para que los visitantes y los miembros de la comunidad universitaria sepan perfectamente qué sentido tenían elementos que fueron incorporados como una forma de apología del régimen que salió de la sublevación militar de 1939 y no encajan en las tareas y espíritu de la Universidad". Erice indicó que el estudio "debe ser más exhaustivo en las diferentes dependencias universitarias con vistas a analizar qué restos quedan y qué tratamiento debe dárseles siempre en un espíritu de concordia y de racionalidad para no lesionar aspectos que tengan que ver con la preservación monumental". En esa labor estaría el rastreo de libros y actas donde haya habido honores y menciones.