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Carretera clandestina hacia Ciudad Naranco

Los conductores utilizan como atajo el estrecho paso peatonal que une la zona de Villamejil con la parte nueva del barrio

Carretera clandestina hacia Ciudad Naranco IRMA COLLÍN

En realidad es un paso peatonal de poco más de dos metros de ancho y unos cincuenta de largo, aunque los conductores lo utilizan a diario como vía rápida para acceder al barrio de Ciudad Naranco desde la zona de Fitoria y Villamejil. Ni siquiera caben dos coches al mismo tiempo y el firme es adoquinado, pero eso no impide que el flujo de vehículos sea constante por un camino que se habilitó para que los vecinos pudiesen cruzar a pie desde Villamejil hasta la calle Viseu, ya en la zona de expansión de Ciudad Naranco, sin tener que dar un rodeo kilométrico. Hoy día funciona como atajo para los coches, a pesar de que existen sendas señales de prohibición en cada una de las entradas del paso.

Los vecinos de este punto de la ciudad llevan tiempo pidiéndole al Ayuntamiento que habilite una verdadera carretera para evitar la situación que se está viviendo en estos momentos, que supone un riesgo para los peatones. Los demandantes consideran que ese vial "es fundamental" para que los residentes en la zona de Villamejil puedan acceder a los servicios que se prestan en el barrio vecino de Ciudad Naranco "sin tener que recorrer media ciudad" estando tan cerca en cuanto a distancia. "Todos tenemos el médico en Ciudad Naranco y para ir a una consulta tenemos que bajar a la rotonda del antiguo Luis Oliver, cruzar Pepe Cosmen y subir por debajo del puente del Cantábrico. Eso significa un trastorno, sobre todo para las personas mayores", explica José Manuel García Lobo, el presidente de la asociación de vecinos de Pando, Fitoria y Villamejil.

El colectivo que preside García Lobo tenía una promesa hace tiempo, pero se desvaneció. "En teoría ya había dinero para hacer esta carretera con la anterior corporación -en referencia al mandato de Agustín Iglesias Caunedo (PP)- pero todavía no se ha hecho nada. La última vez que hablamos con Ana Rivas -la edil socialista de Infraestructuras- nos dijo que había otras prioridades en la ciudad y que el Ayuntamiento no tiene para todo", afirma el representante vecinal.

Bolardos

El concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, también es consciente del problema. "Sabemos que por ahí pasan los coches cuando está estrictamente prohibido. Las multas por este tipo de infracciones son de 200 euros", advierte el edil. Según asegura Fernández, "ya se han puesto bolardos para evitar que pasen los coches por la zona de peatones, pero los quitan", añade el concejal. Se da la circunstancia de que muchos de los vehículos que usan el paso y enlazan con la calle Viseu van a desembocar justo encima del paso de cebra en el que perdió la vida el pasado martes una mujer de 80 años tras ser arrollada por un vehículo.

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