La soprano rusa Olga Peretyatko-Mariotti, el barítono italiano Luca Salsi y la Oviedo Filarmonía con el joven director taiwanés Tung-Chieh Chuang, auténtico responsable musical del concierto, presentaron ayer en Oviedo una muestra operística a medida de la diva rusa. Optó por Verdi, intercalando oberturas que la orquesta ovetense conoce bien y el taiwanés llevó con atinado magisterio desde la inicial mozartiana de "Bodas", Mascagni, su bellísimo además de delicado Intermezzo de "Cavalleria" y la impecable "Forza" para iniciar la segunda parte, digna página de conciertos sinfónicos en una orquesta muy centrada y eficaz pese a los imprevistos.

El italiano Salsi -que sustituyó a Thomas Hampson, obligado a cancelar su actuación por una insuficiencia respiratoria- además de complemento masculino y paternal de Giorgio Germont en "Traviata", impecable "Provenza" y generoso dúo, nos regaló un entregado Macbeth que supo a poco y especialmente al retomar el padre jorobado. Un aplauso enorme para el italiano por lo que supuso esta sustitución de última hora que no decepcionó a nadie.

La Peretyatko cumplió las expectativas con Mozart ("Dove sono") y no defraudó, plenamente centrada en los roles del de Busseto. Así comenzó desgranando el dúo de Violeta ("Traviata") nada perdida ni abandonada sino encontrada con Germont padre poderoso, el bolero de Hèléne ("Vísperas") que necesita tiempo y reposo, más la Gilda ("Rigoletto") de "Caro nome" con pirotecnia excesiva pero entregada antes del dúo final.

Para acabar a dúo paternofilial tras el "Cortigiani", reválida de todo barítono y tres propinas: la Bess rusa del "Summertime" (Gershwin) para "darse la mano" con el italiano hoy suegro, padre y por fin Don Juan (Mozart también es ópera), y bisar el final del dúo "Tutte le feste... " es Verdi, y Oviedo volvió a disfrutar con la ópera.