El cronograma que se incluye en el protocolo que van a firmar el Ayuntamiento de Oviedo y el Ministerio de Defensa para los terrenos de la Vega establece casi cuatro años de plazo para el desarrollo de todo el proceso administrativo y de consulta pública previo al inicio de las actuaciones. Sin embargo, el tripartito confía en reducir de forma notable tal previsión temporal, una vez que se firme el acuerdo con el gobierno central. Y es que varias de las fases previstas en el documento son susceptibles de ir ejecutándose a la vez.

La hoja de ruta para los terrenos de la Vega arranca con la firma del protocolo, algo para lo que todavía no hay fecha concreta, a partir de lo cual se abrirá un primer turno de dos meses para cerrar las diferencias que hay respecto a la propiedad. El Ayuntamiento reclama para sí la parcela que acogió el convento que se levantó en la zona y que se corresponde con los terrenos de la capilla, el claustro y una pequeña plazuela, así como otra finca de 1.403 metros que fue cedida por el Consistorio en 1897, para posibilitar el cierre de la parte frontal de la fábrica, y una tercera que le fue expropiada en 1856. En total, suman unos 15.000 metros cuadrados. El Ministerio de Defensa ya reconoció en anteriores encuentros los derechos de Oviedo sobre 8.000 metros en la zona que rodea al convento, una información que adelantó el pasado enero LA NUEVA ESPAÑA.

Una vez determinada la titularidad del terreno, ya sería posible ir poniendo en marcha los proyectos que se consideren prioritarios, teniendo en cuenta que deben ser compatibles con la ordenación que se busca para todo el entorno, que reutilicen alguna de las infraestructuras existentes y que cuenten con el beneplácito de las dos partes.

Inventario

En esta primera fase de actuaciones también se incluye la realización de un inventario de los bienes de la fábrica y la catalogación de los edificios, incluyendo los posibles usos y los grados de protección. Además, también está previsto un largo proceso de participación ciudadana y la convocatoria de un concurso internacional de ideas, antes de la aprobación del plan especial que marcara el futuro del recinto fabril ovetense.

Entre las ideas que la ciudad plantea al gobierno central está la creación de un centro de investigación tecnológica orientado a la seguridad en la áreas urbanas, para desarrollar modelos y prototipos basados en inteligencia artificial que puedan aplicarse en el futuro.