El tripartito va a invertir medio millón de euros en la renovación de 121 farolas isabelinas de cinco brazos, instaladas en tiempos de Gabino de Lorenzo, pese a que el Ayuntamiento tiene suscrito un contrato de 1,5 millones de euros anuales para el mantenimiento de todo el alumbrado municipal y de los relojes ornamentales de su propiedad. Para Luis Pacho, portavoz de Ciudadanos, esta circunstancia demuestra que la inversión prevista es un "despilfarro", ya que la mayor parte de las farolas que van a ser sustituidas "únicamente precisan arreglos o una mano de pintura".

Pacho asegura que "desconoce" y no se explica las razones por las que el tripartito va a cambiar las farolas, cuando, apunta, "no hay ni un solo informe técnico que avale tal medida", justificada por el tripartito en razones de seguridad. Para el portavoz de la formación naranja, el proceder del gobierno legal despierta "lógicas suspicacias entre las empresas del sector, algunas de las cuales han denunciado que el contrato está dirigido para favorecer a una determinada compañía con sede en Cataluña.

Luis Pacho hizo esta denuncia acompañado del otro concejal de Ciudadanos, Luis Zaragoza, a pie de calle, en la confluencia entre Muñoz Degraín y Aurelio de Llano, donde hay una farola isabelina de cinco brazos que, a su juicio, demuestra que el problema es de mantenimiento.

La licitación del contrato para renovar las farolas, de medio millón de euros, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 17 de enero, con un plazo para la presentación de un ejemplar de muestra (una farola de fundición) que concluía el 12 de febrero. Una firma madrileña registró el 7 de febrero un escrito en el que solicitaba una ampliación del plazo de dos meses de duración, sobre la base de que, a su juicio, ninguna empresa estaba en disposición de cumplir con lo establecido inicialmente. Y es que el encargo consiste en diseñar un modelo de columna nuevo, que no se encuentra en el catálogo oficial de ninguna compañía del sector y que, por tanto, obliga a llevar a cabo todo el proceso de fabricación, desde los planos hasta los ensayos finales, incluyendo la fundición de piezas.

Además de esta firma, con sede en Alcalá de Henares, también reclamó una ampliación del plazo, aunque considerablemente menor, una empresa catalana. En su caso, consideraba suficiente contar con un par de semanas más de trabajo, pasando el plazo del día 7 al 20 de febrero y comprometiéndose a presentar una columna de muestra si se aceptaba tal pretensión. El funcionario encargado del contrato consideró excesiva la petición madrileña y propuso un nuevo plazo que expiraba el 26 de febrero, dentro de las pretensiones del otro fabricante. Pese al informe técnico, la Junta de Gobierno acordó ampliar dos semanas más el plazo, hasta el 13 de este mes, para "garantizar la mayor concurrencia posible".

Llegados a este punto, las fuentes del sector consultadas en su momento por LA NUEVA ESPAÑA coinciden en señalar que resulta muy complicado que haya más ofertas que las comprometidas por la empresa catalana en su momento. Distintas empresas de la región consultadas insisten en que el pliego de condiciones es un "traje a medida" para una empresa concreta que, además, ha sido durante muchos años suministrador exclusivo del Ayuntamiento.