Los problemas de escasez de agua -como el que sufrió el municipio de Oviedo hasta hace bien poco- no sólo tienen que ver con la falta de precipitaciones, también influye la gestión de los responsables del servicio en cada ayuntamiento. Al menos eso es lo que sostiene el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Ramón Álvarez Maqueda, que sin embargo no quiso entrar a valorar por qué el embalse de los Alfilorios estaba bajo mínimos cuando el resto de los pantanos asturianos presentaba niveles altos. "Es evidente que en toda España hubo escasez de precipitaciones, pero también lo es que la gestión siempre influye, como es lógico. A nosotros no nos corresponde valorar el caso concreto de Oviedo", dice.

Álvarez Maqueda realizó estas declaraciones ayer durante la inauguración de una doble exposición en el recibidor del Ayuntamiento de Ribera de Arriba. La muestra -formada por varios paneles- incluye información sobre los Planes Especiales de Sequía (PES) y la concertación de caudales ecológicos, que actualmente se encuentran en la fase de exposición. El presidente de CHC aprovechó para recordar que los concejos con más de 20.000 habitantes tendrán que presentar planes de emergencia contra la sequía.