"Las entradas para el concierto de Manolo García son tuyas durante seis minutos. Empieza la cuenta atrás". Ese es el mensaje que ve el usuario de una plataforma digital de compraventa dispuesto a pagar más del doble por asistir a la actuación del cantante el 9 de junio en el Auditorio Príncipe Felipe. Antes de llegar esa pantalla, el posible espectador ha tenido que elegir entre adquirir "una entrada", "dos", "tres", "cuatro", "más de cinco" o "las que sean" a un coste que varía entre 73 euros por un asiento de anfiteatro y 101 euros por estar en la sala de butacas. El precio original era de 42 y 45 euros respectivamente, pero las entradas están agotadas desde el fin de semana. Es decir, ya no es posible adquirirlas por las vías oficiales; la taquilla o la web municipal.

La indignación ha crecido en la ciudad los últimos días entre los seguidores de Manolo García y los promotores musicales, e incluso ha llegado a oídos del cantante. El ex de "El último de la fila" califica de "fraude" la maniobra. "Además de inflar precios, muchas de estas empresas venden entradas falsas, con lo que muchos de los que compran en esas páginas, además de pagar muchísimo dinero, se podrían quedar fuera de un concierto con su falsa entrada en la mano". El artista, a través de su oficina de prensa, alerta a los ciudadanos: "No caigáis en la trampa porque estarán abusando de vosotros".

Una vez que el usuario elige comprar su entrada en una plataforma alternativa, debe facilitar su número de cuenta antes de seis minutos para recibir la entrada o imprimirla. Viagogo es una de estas empresas. De origen suizo está asentada en el Reino Unido y, según aparece en sus bases, funciona como un mero intermediario que gana dinero por comisiones. "Viagogo proporciona un servicio que permite a los usuarios que deseen comprar entradas encontrar usuarios que quieren venderlas. Viagogo no tiene derechos de propiedad sobre las entradas y las transacciones reales se dan entre los compradores y los vendedores". Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la compañía suiza para ahondar en su política, pero no ha recibido respuesta.

Los fans de Manolo García consideran "abusivos" los precios y dudan de la legalidad y la moralidad del proceso. Sin embargo, la Policía Nacional aclara que, al menos Viagogo, es legal porque no compra paquetes de entradas con el objetivo de revenderlas, sino que pone en contacto a ofertantes con demandantes.

No sólo las plataformas digitales revenden los tiques. Para la elaborar esta información, LA NUEVA ESPAÑA se puso en contacto con un particular a través de una web de anuncios. Ofrecía entradas en la fila 6 del patio de butacas del Auditorio por 89 euros. Una redactora pidió por correo electrónico cuatro localidades. La respuesta llegó en pocas horas y fue positiva.

"El año pasado, gente de Bélgica pagó 90 euros por los conciertos que organizamos de Bustamante y Loquillo cuando el precio era de 20. No puede ser", comenta el promotor musical asturiano Enrique Granda, que al igual que otros colegas profesionales como Carlos Barral, urge a regular el sistema de ventas.

Algunas plataformas oficiales de entradas (los sistemas informáticos contratados por teatros o Ayuntamientos) han denunciado ante la Guardia Civil y la Policía Nacional reventas en festivales de Zaragoza, Galicia o Andalucía. Sospechan que existen empresas que compran paquetes de tiques (el máximo permitido son 8 billetes por persona) bajo diferentes identidades o desde distintos correos electrónicos para luego lucrarse inflando el precio. La investigación está abierta.