Policía secreta contra la caca de perro. El Ayuntamiento de Oviedo quiere poner agentes de paisano en los parques de la ciudad para cazar infraganti a los propietarios que no recogen las heces de sus mascotas. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, sostiene que los agentes de uniforme "no están siendo efectivos" contra un problema que él mismo reconoce como "preocupante" y asegura que está buscando la fórmula para poder poner en marcha un sistema de vigilancia que considera más eficaz contra los comportamientos incívicos. "Para poder multar a los infractores tenemos que pillarlos justo en el momento, algo que es muy difícil porque los policías no pasan desapercibidos y nadie deja los excrementos en el suelo en su presencia. No obstante, la plantilla de la Policía Local no es que sea muy amplia y habrá que buscar la fórmula para poder habilitar estos operativos", señala el socialista.
El edil de Seguridad Ciudadana es consciente de que las quejas vecinales por la presencia de excrementos de animales en las calles y parques de la ciudad son una constante desde hace tiempo y por eso considera que es necesario actuar cuanto antes. "No se trata de denunciar a medio Oviedo ni tenemos afán recaudatorio, pero necesitamos que los agentes tengan una capacidad mínima de intervención real. Estas infracciones se cometen en pocos segundos, no es como cuando un perro va suelto o sin bozal, algo que es mucho más fácil de detectar por parte de los policías de uniforme", explica el edil.
Los números, de hecho, demuestran que el sistema actual no está dando los frutos esperados. "Este problema no es nuevo y por eso llevo tiempo dándole vueltas a la solución. En su momento hicimos una campaña informativa para concienciar a los dueños y a partir de ahí se incrementaron las medidas de control en la ciudad, pero en el caso concreto de las heces no estamos obteniendo los resultados que yo esperaba. Ha subido mucho el número de sanciones por otro tipo de infracciones relacionadas con los perros desde el año 2015, pero no hay las suficientes por no recoger los excrementos", dice el concejal. Según fuentes consultadas ayer por este diario, "sobran los dedos de una sola mano" para contar las sanciones que se han impuesto este año en Oviedo por no recoger las cacas de los perros. "Está claro que no han sido suficientes porque es evidente que en los parques y en las calles se sigue viendo suciedad. No es que no esté contento con el trabajo de la Policía Local, es que no pueden actuar porque con el uniforme les resulta muy difícil", recalca Ricardo Fernández.
Colegios y soportales
Las federaciones que engloban a la mayoría de los colectivos vecinales que existen en la ciudad llevan tiempo exigiendo soluciones para acabar con el problema. Las asociaciones afirman que los excrementos de perro se encuentran a diario cerca de los colegios, frente a los centros de salud o en otros espacios que son frecuentados por niños. "Me imagino que en todos los barrios dirán lo mismo, pero Ciudad Naranco está plagado de cacas de perro. En nuestro caso hay un problema añadido: los soportales. Como el Ayuntamiento no los limpia porque son propiedad privada siempre están llenos de suciedad", explica Marisa Álvarez, componente de la plataforma "Activa Ciudad Naranco", un colectivo que ha creado "un mapa de cacas" para reivindicar más limpieza en la zona. La iniciativa consiste en recoger fotografías que envían los vecinos a través de las redes sociales para confeccionar un mapa digital que indica donde se encuentran los excrementos y a que hora han sido encontrados. Ayer habían recogido 38 instantáneas. "Todos los días, entre las ocho y las diez de la mañana, tenemos fotografías del entorno del colegio Loyola, por ejemplo. Es una pista para la Policía", dice Álvarez.
