Tres fotógrafos y tres maneras de acercarse a la fotografía: Aida Holgado con sus reportajes de boda, Tomás Miñambres con sus proyectos artísticos y el fotoperiodista Juan Plaza. La Escuela de Arte de Oviedo mostró esta semana a sus alumnos, en un acto abierto a todos los ciudadanos, tres maneras de entender la fotografía, como oficio y arte, invitándolos al ciclo de conferencias "Activa3". Juan Plaza lanzó al auditorio la advertencia de que "el fotoperiodismo es una carrera de fondo". Miñambres por su parte, se considera "afortunado por tener una vocación".

En el coloquio, cada fotógrafo contó cómo emprendió su carrera y, en mayor o menor grado, en todos los casos la casualidad resultó determinante. Miñambres estaba estudiando una ingeniería cuando le asaltó la vocación y la Escuela de Arte, en la que se matriculó de Fotografía, resultó reveladora y le hizo "mejorar como persona". Algo parecido a lo que le ocurrió al fotoperiodista Juan Plaza, redactor gráfico de LA NUEVA ESPAÑA, que llegó al centro ovetense después de haber asistido a una charla informativa en su instituto. Para él la Escuela de Arte fue "una escuela de vida".

Holgado, Miñambres y Plaza han logrado vivir de su vocación. La primera se ha especializado en reportajes de boda y durante los meses de invierno desarrolla sus proyectos más personales; trabaja por encargo y en su caso una de las vías más eficaces para captar clientes es el "boca a oreja". Miñambres se gana la vida como fotógrafo comercial, lo que le permite desarrollar luego su vena artística. Juan Plaza advirtió a los estudiantes de fotografía de que "los comienzos fueron siempre y que va a seguir siéndolo".

Contra la rutina laboral, Miñambres aconseja esforzarse en "encontrar la forma de que el día a día sea una fuente de estímulo". Las fotografías de Juan Plaza mostradas durante la charla en la Escuela de Arte ilustraban esa idea. Las hizo durante su trabajo, mientras cubría alguna noticia, y no fueron publicadas porque su intención excede lo informativo y se recrea en ciertos aspectos, como la luz o el ambiente. La profesora de Fotografía Gemma García ve en ellas un tono más artístico. Ella y su compañero Francisco Torre, ambos de la Escuela de Oviedo, dirigieron el coloquio, que se prolongó más de una hora.

En el transcurso de la conversacón quedó patente que el éxito en el terreno profesional es cuestión de constancia. "Tienes que valorar el sufrimiento y a veces hay que hacerlo sin ni siquiera saber adonde estás queriendo llegar", señaló Miñambres. A él le resulta alentador pensar que "gente en condiciones mucho peores que nosotros ha creado obras maestras". "Hay que ir a por ello y hacerlo buscando tu propio estilo", añadió Aída Holgado.

Además de buscar un lenguaje personal los fotógrafos asturianos han de resolver en algún momento de su carrera el dilema de si es mejor de quedarse en la región o aventurarse fuera de ella. "La disyuntiva es ser cabeza de ratón o cola de león", planteó Juan Plaza y sopesar pros y contras, laborales y personales. Holgado, Miñambres y Plaza, sin ir más lejos, han logrado ganarse la vida con su vocación, como fotógrafos y sin haber salido de Asturias.