Las centralitas de la Policía Local y los Bomberos de Oviedo reciben más llamadas que nunca para alertar de que un octogenario ha resbalado en el baño o que una mujer de avanzada edad no responde al teléfono. Las intervenciones de los agentes del área de Seguridad Ciudadana por caídas de ancianos en sus domicilios o accidentes domésticos han aumentado casi el 50% en los últimos tres años. Además, los casos que requirieron la actuación específica de los bomberos (para entrar por una ventana, tirar una pared o forzar una cerradura) crecieron más del 40% respecto a 2015. Uno de cada quince incidentes de este tipo acaba en fallecimiento. La jefa del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), Carmen del Prado, califica esta progresión de "preocupante" y la achaca al envejecimiento de la población y a que muchos ancianos viven solos.

La mayor parte de este tipo de accidentes tienen como protagonistas a mayores de 80 años que son incapaces de levantarse después de tropezar o desvanecerse y que por tanto están atrapados en sus casas. "Es muy raro que una víctima de este tipo sea capaz de descolgar el teléfono para pedir ayuda. A veces pueden gritar para llamar la atención de los vecinos, pero en otras ocasiones pasa bastante tiempo hasta que un familiar o conocido se da cuenta de su ausencia", explica del Prado.

Según los informes del área de Seguridad Ciudadana, la Policía Local intervino en lo que va de año en un total de 26 casos de caídas o accidentes domésticos de ancianos y en 22 de ellos fue necesaria la actuación de los bomberos. El número es sensiblemente superior a los casos registrados en años anteriores por estas fechas y algunos fueron especialmente dramáticos.

El último fue el accidente de Adoración Gandarillas, de 94 años, que el martes pasado se cayó por el tiro de ventilación interior de un edificio de la calle Matemático Pedrayes al perder el equilibrio cuando iba a recoger unos tableros. Otro de los casos con fatal desenlace, pero en el que la fecha real del deceso de la víctima fue anterior a la intervención de Seguridad Ciudadana ocurrió en el número 3 de la calle Alonso Quintanilla el 3 de marzo. Hasta allí se desplazaron los bomberos alertados porque los vecinos llevaban varios días sin ver un residente mayor de la cuarta planta. Al forzar la puerta de la vivienda le encontraron muerto. La autopsia indicó que fue por causas naturales.

La Policía Local y los Bomberos de Oviedo se coordinan. En un primer momento, la policía acude para evaluar la situación y y rescatar a la persona de avanzada edad que está en situación precaria. Sólo cuando les resulta imposible acceder a la víctima avisan al SEIS, que acude provisto de material adecuado.

En 2015, fue necesario llamar a los bomberos en 68 de las 74 intervenciones de la Policía Local; en 2016 los bomberos intervinieron en 78 de las 82 actuaciones; en 2017 fueron a 96 de los 110 casos; y en lo que va de año se hicieron cargo de entrar por una ventana con autoescalera, forzaron cerraduras o derribaron muros en 22 de las 26 emergencias de personas mayores.