Los votos del tripartito de izquierda fueron suficientes para que el Pleno aprobara ayer el tercer y último dictamen de la Junta Asesora de Toponimia que oficializa la doble denominación Oviedo/Uviéu, así como otros términos asturianos entre los que figuran, por ejemplo, San Claudio/San Cloyo, San Istiba (San Esteban de las Cruces), Cualloto (Colloto), Samiguel (Lillo), Tenderina Riba (Tenderina Alta), Tenederina Baxo (Tenderina Baja) o el Monte Cerráu (Montecerrao). Según el edil de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), esta actualización de la toponimia local se realiza en cumplimiento de la ley de promoción y uso del asturiano, aprobada hace veinte años por el gobierno autonómico presidido por el ya fallecido Sergio Marqués (PP). "Oviedo es uno de los escasos concejos asturianos que no se había adaptado a esta normativa legal", algo que el edil calificó de "necesario". No en vano, Del Páramo aseguró que el de ayer fue un día "feliz" por la "recuperación de la toponimia tradicional del concejo después de tantos años".

El entusiasmo de Del Páramo no fue compartido ni mucho menos por los grupos de la oposición, que votaron en contra en un Pleno marcado por la protesta de los bomberos y la intervención de Juan Carlos Fernández en su nombre. Desde el PP, Gerardo Antuña considera que el gobierno local comete "una tropelía" y que su propuesta "tergiversa la relidad". Ademas, el edil denunció que en el dictamen "no queda claro si votamos el término Oviedo, Uviéu u Ovieo". En tono más distendido, el concejal del PP bromeó con el Alcalde sobre la fórmula "calle/cai" que se pondrá en las nuevas placas, emplazándole a que dijera si alguna vez se refirió a "la cai Salsipuedes".

Por parte de Ciudadanos (Cs), que también votó en contra, Luis Zaragoza reconoció que el Pleno debe establecer la toponimia oficial en asturiano, porque es a lo que obliga la ley de uso y promoción de la lengua asturiana de 1998, pero recalcó el "escaso rigor" de la propuesta del triparito y que "no hay un criterio oficial entre los propios filólogos con respecto a la denominación originaria de Oviedo". A su juicio, "lo importante es que esa ley no implica la imposición y que la mayoría de los vecinos de esta ciudad seguirá llamándola Oviedo"

Por su lado, la plataforma contra la cooficialidad del bable criticó ayer lo que considera "inminente imposición" de "placas bablistas en las calles ovetenses" y solicitó a los responsables municipales del PP y de Ciudadanos un "compromiso para revertir esas imposiciones tan pronto como sea posible". Las nuevas señales que el tripartito va colocar en diferentes arterias de la ciudad, incluidas las que cambian de nombre por la Ley de Memoria Histórica, incorporan la fórmula bilingüe en castellano y asturiano "calle / cai".

El colectivo que se opone a la cooficialidad, muy activo en la redes sociales, asegura "representar el sentir de la inmensa mayoría social asturiana" que "ha puesto de manifiesto repetidamente los peligros sociales, políticos y económicos, así como el atentado contra la libertad que supondría la imposición del bable como lengua oficial, germen del nacionalismo en Asturias".