Alberto Martínez-Villa sostiene que "sólo se puede hablar de arte paleolítico desde la mentalidad actual". Prehistoriador y arqueólogo, pronunció esta semana una conferencia en Espacio Crítico, el foro de arte que dirige Luis Feás. Su ponencia giró en torno a las que él considera "cinco obras maestras de la pintura paleolítica en Asturias", que se extienden por un periodo de tiempo que va desde el año 25.000 al 13.000 antes de Cristo. Se trata de los bisontes de la Covaciella, la cabeza del uro de Trescalabres, el caballo de Tito Bustillo, la cierva de Pedroses y el ciervo herido de Candamo.

Martínez-Villa, que en la actualidad dirige junto al geólogo Daniel Ballesteros un proyecto de investigación sobre los grabados en el exterior de varios abrigos de la cuenca media del río Cares, se plantea si el del Paleolítico es "arte o una expresión gráfica de un grupo humano". En su opinión, "hoy podemos entenderlo como arte, pero desde el punto de vista de quienes lo hicieron no lo era; ellos no tenían concepto de estar creando arte. En el Paleolítico no se valora la individualidad del artista ni existe un aprecio de la sociedad hacia él". Lo que existe, según Martínez-Villa, es la necesidad de expresar "un pensamiento simbólico y mitológico".

El prehistoriador, que simultánea la investigación con los negocios hoteleros -es propietario del ovetense hotel Regente- ha elegido las "obras maestras" del Paleolítico en Asturias teniendo en cuenta la diversidad de técnicas. "La cabeza de uro de Trescalabres está pintada en rojo, silueteada, es muy potente, tiene pocos detalles y no es naturalista como el bisonte de la Covaciella. La cabeza de la cierva de las Pedroses es pequeña y está en un lugar difícil de ver, es muy elaborada, con mucho detalle. El ciervo de Candamo herido, con la boca abierta, es una imagen que impresiona. Los bisontes de la Covaciella están muy bien hechos, con pintura en negro, sombreados y con parte de la figura resaltada con un raspado. Y Tito Bustillo es una de las grandes cuevas del Paleolítico", explicó. En su mención al yacimiento de Ribadesella aludió al 50º aniversario de su descubrimiento.

Las pinturas paleolíticas conectan con el arte contemporáneo. Martínez-Villa refiere que "Picasso y Miró llegaron a decir que Altamira era la culminación del arte y que en ella estaba todo lo que ellos entendían como arte".