El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Oviedo, Luis Pacho, calificó ayer de "sinsentido" que el tripartito anuncie ahora la apertura de un periodo de alegaciones sobre los cambios en la toponimia municipal. El edil considera critica que el anuncio llega "sobre unos hechos consumados" y lo ve "una rectificación" forzada tras la aparición en LA NUEVA ESPAÑA de las quejas vecinales al respecto.

A juicio de Pacho, la aparición en este periódico de vecinos a los que les parece "un despropósito" el hecho de cambiar denominaciones como San Esteban de Las Cruces por San Isteba, La Tenderina Alta y la Baja vayan a ser de Riba y Baxo o Ciudad Naranco por La Ciudá Naranco fue la motivación del ejecutivo local para rectificar. "Sólo tratan ahora de enmendar su metedura de pata después de haberse visto en las portadas", apunta el concejal sobre el anunció del edil Ignacio Fernández del Páramo de abrir un periodo de alegaciones para tener en cuenta la opinión vecinal.

Desde Ciudadanos sostienen que la intención inicial de no consultar a los vecinos buscaba pasar de puntillas sobre el tema. "Se le ha visto el plumero al gobierno, pues resulta evidente que querían silenciar a los vecinos contra una toponimia hecha sin rigor científico, ni consenso académico ni tiempo suficiente", afirma el portavoz de la formación naranja en el Consistorio.

Reirse del bable

Por su parte, Foro Oviedo acusó, a través de su secretaria general Camino Gutiérrez al gobierno tripartito de la ciudad de "pretender reírse del bable y de los ovetenses, creando polémica donde no la había". Los casquistas ovetenses destacan que "existe una ley de normalización lingüistica que debería desarrollarse" como alternativa a la propuesta del gobierno municipal, al que califican de "teatro de títeres" y arremeten directamente contra Wenceslao López. "Mientras el Alcalde, sin inmutarse, sigue adornando el escenario cual florero", declara Gutiérrez.